║Rosa.║

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Martes 6:30am

El peso y la falta de aire lo hizo despertarse.

Su cuerpo aprisionado entre los brazos y piernas musculosas de Kacchan y el pequeño niño aferrado a su cuello.

Admiró al par de rubios pegados a él como garrapatas y gimió incómodo, ambos eran una completa roca cuando dormían.

Trató de moverlos pero no hubo respuesta. Trató con el uno por ciento del One For All y tampoco lo logró.

Izuku supo que tenía que acceder a la artillería pesada.

Libreró sus manos como pudo antes de colocarlas en la parte  baja del muslo de ambos chicos y apretó.

Katsuki inmediatamente reaccionó a las cosquillas revolcándose y poniéndose en alerta. Koshi por otro lado empezó a carcajearse mientras pataleaba para quitarse la mano de Izuku de encima.

Por fin pudo respirar.

-Maldito, Deku. - Gruñó el rubio con su voz matutina, Izuku sintió sus entrañas moverse.

El rubio se veía totalmente guapo con su cabello de almohada y sus ojos casi cerrados por la repentina forma de despertarlo. Sus brazos expuestos con la camisa sin mangas negra y sus músculos marcados por al ajustada tela.

-No es justo que seas tan guapo desde tan temprano. - Hizo un puchero y el rubio sonrió de medio lado.

-Lo dice que el que se ve perfecto con la camisa que me robó.- Deku jadeó cayendo en cuenta ese pequeño detalle.

No había robado la camisa.

Había encontrado la camisa en su cesta  de ropa en su día de lavandería, Izuku sacó su ropa y la camisa venía revuelta con su propia ropa, a Katsuki le había tocado el día anterior por lo que supo inmediatamente que era del rubio y que seguramente la había olvidado en la lavadora. El problema fue que aplazó una vez tras otra el devolverla hasta que simplemente se adueñó de ella, pero no la había robado.

-No la robé. - Reclamó. Kōshi se rió sentándose en las piernas de Izuku.

-No mientas, mami, tu siempre le robas la ropa a papá. - Katsuki alzó las cejas divertido mientras el peliverde se sonrojaba.

Al parecer es algo que hacía su yo del futuro.

El sonido de la alarma los sacó de la disputa. Izuku rápidamente se puso de pie, saliendo de la cama.

-¡Kacchan, se nos hace tarde! Tenemos que desayunar los tres y vestirnos los tres. - Gimoteo preocupado por la hora. Tenían muy poco tiempo para prepararse los tres.

-Maldición.- Se quejó Katsuki aún echado en la cama. Kōshi se quedó a su lado sin muchas ganas de levantarse. Más bien parecía tener ganas de cobijarse de nuevo y volver a dormir.

-Yo preparo el desayuno y tú lo vistes y lavas los dientes.- Dijo Izuku mientras caminaba por la habitación acomodando cosas y se agachaba a recoger algunas prendas botadas en el suelo.

Katsuki, que seguía sus movimientos histéricos, no perdio la oportunidad de ver el culo de Izuku al agacharse, solamente que no esperaba la vista que le dió el chico.

¿Nuestro Hijo? |KatsuDeku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora