𝐄𝐋𝐋𝐀 - 𝐎𝐋𝐈𝐕𝐈𝐀

𝐀𝐂𝐓 𝐅𝐎𝐔𝐑

Kira se despertó contenta más de lo normal, y eso era algo obvio pues la persona que ama correspondió a el beso. Pero ella no se iba a levantar de la cama, no un domingo.

— Kira, dice Oscar que te levantes ya es tarde. — dijo Cesar, agarrando la manta de su hermana.

— No. — dijo Kira aferrándose a la manta.

Cuando Cesar vio que no podía levantar a su hermana, tiro de ella hasta el suelo.

— Idiota. — Kira dijo y se levantó del suelo.

— Oscar se enfadará, y no te gustaría verlo enfadado, ya está algo enfadado por un asunto de Los Santos. — bufo Cesar.

Kira se preparó, y salió de su casa viendo a todos Los Santos, en el patio de ella. Comprendía que su hermano estuviera en la pandilla, ya que a Cesar lo estuvieran "obligando" a estar en ella, pero Kira no quiera estar viendo botellas de alcohol tiradas por el césped.

Con una sonrisa, fue a la casa de Ruby, quien gustosamente la recibió, y en la casa estaba Monse y Jamal. Kira no vio a Olivia, pero suponía que estaba en su habitación aún dormida. Cesar llegó corriendo y Ruby lo miro con una mueca extraña.

— ¿Porque corres? Bueno no hay tiempo. ¡Jasmine!— dijo Ruby aun en la puerta y los hermanos Díaz, fuera de la casa.

— Mi, mi hermana, no, no quiso esperarme. — dijo Cesar recuperando la respiración.

— Está bien, entrar. ¡Jasmine!— Ruby cedió el paso a los hermanos Díaz.

— Cesar. — dijo Monse, levantándose e ir corriendo abrazar al nombrado.

— Spooky sabe algo de lo de Latrelle? — pregunto Jamal. Kira se sentó a un lado de el, mientras miraba a Cesar, puesto a que ella no dijo nada.

— Yo no... no le dije nada. — hablo Cesar. — Pero se enterará, Los Profetas, le dirán a los suyos que amenazaron a el hermano de un Santo.

Cesar estaba cabizbajo, y la verdad que Kira lo entendía. Había algo raro en la casa, Ruby estaba organizando algo y Jasmine lo estaba ayudando.

— ¿Olivia? — pregunto Kira abriendo la puerta. — Olivia, ¿estas bien?

— Si. — dijo limpiándose las lágrimas. — Será mi fiesta de 15, mi mi madre no está conmigo.

Kira abrazo a Olivia. Kira sabía lo que era estar sin su madre en un día tan importante, pero el año pasado Kira cumplió 15 y no obtuvo ni réglalo, ni pastel, ni la persona más importante, su madre.

— No pasa nada Olivia. Ser aún día especial, lo prometo. — Olivia sonrió, ella amaba a Kira y lo sabía perfectamente.

Entonces, Olivia la beso, beso a Kira y ella gustosamente correspondió. La temperatura iba subiendo y la ropa sobraba... Ya estaban en ropa interior, ellas empezaron a darse besos cada vez más húmedos, estaban en la cama, la lengua de Kira se movía al perfecto compás acompañada de los gemidos que provocaba, se daban pequeños mordiscos en el cuello, en el lóbulo de la oreja... las dos estaban a punto de llegar a su límite,...

Las dos después de llagar a su climax, se tumbaron en la cama y se durmieron abrazadas.