X - Alexander

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¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Irme con Gabriel y dejar a Fabian ahí? No podía, yo había ido con él, era mi responsabilidad ¿no? No sabía por qué a veces se comportaba así delante de los demás. Cuando estábamos solos era completamente diferente, era amable y atento conmigo, pero a veces cuando compartíamos con Cristian, Joan y Gabriel, tendía a comportarse un poco pretensioso. Esa actitud era absolutamente castrante, y yo no sabía cómo decírselo. Sentía vergüenza por él, y también por mí, pero no sabía cómo hacérselo saber. No creía que su intención fuese ser molesto o grosero, solo era así. Quizá lo hacía porque buscaba impresionar, en cierta forma podía entenderlo, quería agradarle a mi círculo de amigos, solo que en ocasiones no lo hacía de la mejor manera. Cristian y Joan tendían a ser más comprensivos, Gabriel por otro lado, bueno, simplemente no lo soportaba y aunque con él era tan educado como podía, a mí me hacía saber su opinión. Y ahora, acababa de insultar el arte de Victoria, delante de su tía. Y había sido malditamente condescendiente al hacerlo. Escogió a la peor persona para criticar y en el peor momento. Victoria nos agradaba demasiado a todos, era una persona muy hermosa y fácil de tratar, podía entender por qué Gabriel estaba tan atraído a ella. Si alguna vez una mujer me hubiese hecho dudar de mi sexualidad, habría sido Victoria. Y Cristian y Joan la adoraban, sobre todo porque desde que Gaby la había conocido, él había empezado a sentirse mejor después de varios meses hundido en un poso por su separación. Y ahí estaba, el estúpido, pero bien intencionado de Fabian ofendiéndola delante de su familia y amigos, durante su exposición; exposición a la que amablemente ella lo invitó sin conocerlo de nada.

-No saben tomarse bien una crítica – Dijo como si nada mientras tomaba una copa de champaña de un mesero que iba pasando.

-Yo creo que lo mejor es que nos vayamos.

- ¿Por qué? Después de aquí iremos todos a comer ¿no?

El tipo era increíble y no de la mejor forma en que se podía serlo.

-No creo que después de lo que acabas de hacer, los demás quieran que estés presente en la cena.

-Dios, no pueden molestarse por mi opinión. Es algo personal – Volteó los ojos como si la situación le pareciera innecesaria.

Yo no le dije más nada y me fui. Lo intenté, en serio lo intenté, pero estaba demasiado grande para estar de niñera de alguien, para estar cubriendo los errores de otra persona. No me gustaba tanto para eso. Odiaba tener que darle la razón a Gabriel, pero sí, era un imbécil. Salí de la galería cuando alguien tomó mi hombro, me di vuelta para encontrarme con Fabian.

- ¿Qué te pasa? – Parecía enojado - ¿Cómo me dejas tirado y hablando solo?

-Te dije que nos fuéramos, tu dijiste que no – me crucé de brazos –, y bueno, la última vez que revisé no estaba pegado a tu cadera así que decidí irme solo.

-Oye – me tomó fuerte del brazo –. No me dejes tirado. No lo vuelvas a hacer. Yo vengo aquí por ti, para pasar tiempo con tus amigos ¿y me dejas tirado como si fuese basura?

-Por favor amigo, no exageres ¿sí? – moví mi brazo intentando deshacerme de su agarre, pero no pude.

- ¿Exagerar? – apretó más su agarre –. Adentro todos decidieron crucificarme por unas palabras y tu solo te quedaste ahí sin decir nada y luego me culpas por algo que no tiene sentido y me dejas botado.

-Mierda, no tengo tiempo para esto.

Me sacudí con fuerza, pero Fabian tiró más duro de mi brazo y entre el forcejeo caí al suelo. Me quejé por el golpe y quedé aturdido por unos segundos. Cuando alcé la mirada, noté que la expresión de Fabian cambiaba a una nerviosa.

SERIE NUESTROS MEJORES DÍAS - 1. CRUCE DE CAMINOS - Pronto en físico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora