Soulmates

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Las almas gemelas existen. Es un hecho, algo muy fáctico y muy real, y Louis es un simple soñador rendido, que se resignó a que la magia no es para todos.

 Es un hecho, algo muy fáctico y muy real, y Louis es un simple soñador rendido, que se resignó a que la magia no es para todos

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[L.S]


El amor, ese sentimiento precioso y único, donde sientes tu cuerpo temblar al ver a esa persona que pone tu vida patas para arriba, pero que también la ordena al instante.

Esa persona, la única, la que puedes mirar dormir por horas. Esa a la que le sonríes siempre de forma estúpida, la que te pasas soñándola dentro de una gran iglesia con campanas retumbantes, en frente tuyo, dándote el sí para siempre. Con la que planeas un futuro donde siempre estén juntos, porque todo lo demás es extra, y no importa lo suficiente.

Esa persona por la que sufres al verle sufrir, sonríes al verle feliz y acompañas su vida porque así lo eliges.

Y en este mundo hay amor, abunda; es desde los primeros hombres que el amor se predica en la tierra, y era idílico y precioso. Pero hubo un regalo de los Dioses que lo opacó, un regalo incomparable.

Porque si el amor es todo eso, las almas gemelas son un jodido mundo gigante de más.

Cuando el mundo era pequeño y todos estaban juntos, las uniones del alma eran comunes, sin dejar de ser hermosas; las parejas se unían en preciosas ceremonias si así lo deseaban, y de allí no había vuelta atrás. Jamás.

Todos los que habían sentido la dicha de conocer a su media alma coincidían en la magia de la primera vez; cuando la conocías, tu cuerpo reaccionaba con violencia, y necesitabas tirarte a sus brazos, sentir toda la cercanía posible, amarrarte a ese ser que era solo tuyo. Y cuando por fin el lazo de sangre y la unión de alma estaban completos, jodido Dios, ese sentimiento visceral era solo mil veces mejor, porque sentías a su alma contigo, y su felicidad era la tuya, su tristeza te oprimía, y su muerte te llevaba consigo.

Porque sí, las almas gemelas unidas estarían juntas en la vida y en la muerte, porque así lo marcaron los divinos, y pobre de aquel que intente separarlas.

Pero el mundo había cambiado, y todo era enorme. Ahora había tierras pobladas que estaban unas lejos de la otra, y de a poco, las almas gemelas dejaron de encontrarse. Solo pocos tenían la dicha de reunirse con su otra mitad, y ya no había muchos creyentes, pero la vieja sangre corría aún, y el casi imposible era la garantía de que aún había esperanza.

Y aquí estamos, con Louis Tomlinson, un férreo creyente que se rendía, a un paso de casarse.

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¿Por qué estaba tan jodidamente nervioso?

-Deja de fumar, por Dios, que vas a casarte, no a la guerra.- Niall suspiró con fuerza, harto, sentado en el sillón orejero del salón de la catedral que estaba sirviéndole de habitación pre matrimonio a un muy histérico doctor Tomlinson.

Larry Stylinson - One Shoots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora