T R E C E
Después de mucho esfuerzo, y muchos besos, había conseguido que el gruñón de Payton me dejara ir a trabajar. Le había prometido que volvería pronto. Pero mi gran hombre no me quería dejar marchar.
Había sido una noche dura, demasiada gente había decidido cenar fuera hoy. Y si a eso le sumas el cansancio de toda la semana, estaba reventada. Sentía mi cuerpo tan cansado, pero no tenía tiempo de quejas, tenía que poner en marcha mi plan. Lo que Payton no sabía era que el restaurante cerraba una hora antes los viernes.
Sin quitarme ni siquiera el uniforme, me coloque mi chaqueta y cogí mi bolso. No podia perder el tiempo, lo tenía poco tiempo, muy poco. Corrí hacia casa de Ximena, tenía que darle la sorpresita a Payton.
Y Ximena era mi cómplice.
Me duche lo más rápido que pude y perfume mi cuerpo con crema de frutas, como a él le gustaba. Deslice por mi cuerpo el caro y sexy conjunto que Payton me había pagado. Le iba a encantar.
-¿Enserio Payton te ha comprado eso? - me pregunto Ximena, mientras devoraba una pizza.
- Si. Si hubieras visto su cara - dije riéndome.
- Me la imagino - dijo Ximena riéndose a carcajadas.
- Préstame un vestido mejor amiga - le dije poniéndole morritos.
- Pelota - me dijo levantándose de la cama.
Ximena busco entre su armario, saco un montón de vestidos, pero ninguno me gusto.
No quedaban bien con mi ropa interior nueva. Ximena dejo de buscar entre los vestidos, ya que ninguno me iba a gustar. Me tendió una falda negra estampada con pequeñas florecillas y una camiseta negra de manga tres cuartos.
Quedaba perfecto, la camiseta se ajustaba mucho a mi cuerpo y resaltaba mis pechos. Coloque la falda por encima de esta, era algo corta, pero no llegaba a verse nada, quedaba muy bien con las ligas negras del conjunto.
Corrí de nuevo hacia la puerta del restaurante, me coloque el cabello bien, Ximena lo había ondulado, alise mi falda y dos minutos más tarde, el coche de Payton apareció frente a mí.
- Hola - dije besándolo.
- ¿Cuándo te has cambiado? - me pregunto sorprendido - ¿Qué está pasando señorita? No ibas así vestida...
- Es una sorpresa...
"Prepárate Payton..." Pensé riéndome.
...
Cuando llegamos a su casa, me sudaban las manos de los nervios, pero no iba a echarme atrás, iba hacerlo, quería hacerlo. Tire de Payton hacia la puerta. ¿Porque hoy iba tan lento? Le quite las llaves y abrí rápidamente.
Tire las llaves al suelo y me gire para besar a Payton.
Al principio no respondió, lo había pillado desprevenido. Pero no tardo mucho en reaccionar. Buen chico. Dos segundos más tarde era él quien llevaba el mando. Me separe de sus labios y lo mire a los ojos.
Me gustaba demasiado este hombre.
Cogí su mano suavemente y tire de él. Subimos las escaleras y lo guie hasta su habitación. Lo senté en la cama y me separa de él. Saque mi móvil de la chaqueta y busque entre mis canciones, hasta que la encontré.
La primeras notas de "Camino de rosas" de Alejandro Sanz sonaron por toda la habitación. Me puse de espaldas a Payton y comencé a mover mis caderas al ritmo de la música, deslice mis manos por mi cuerpo hasta que llegue a mi pelo, lo recogí en un moño, mientras seguía moviendo mis caderas.
Cuando la voz del cantante comenzó a sonar, me gire hasta quedar de frente a Payton. Me miraba sorprendido. Cogí las solapas de mi chaqueta y tire de ellas hasta quitármela. Mordí mi labio, estaba nerviosa.
Jugué con el dobladillo de mi falda, lentamente la deslice por mis piernas hasta que termino en el suelo junto con mi chaqueta. Los ojos de Payton ya no mostraban asombro, sino deseo y amor. Ahora quedaron a la luz mis ligas.
Coloque mis manos en mi cadera y las introduje por dentro de mi camiseta. Camine hacia Payton hasta que estuvo a centímetros de él. Se levanto y tuve que levantar mi cuello para poder mirarlo a la cara, era mucho más alto.
-¿Estás segura? - me pregunto sin tocarme, pero muy cerca.
- Si Payton- dije mirándolo a los ojos.
- Entonces... ¿Me permites? - dijo jugando con el dobladillo de mi camiseta.
- Ya tardas Payton...
Metió sus frías manos dentro de la camiseta.
Durante unos segundos o minutos, se dedico a tan solo mirarme a los ojos. Mientras él seguía soñando despierto, baje mi mirada hasta su pecho y comencé a desabrocharle la camisa lentamente.
- No dejes de mirarme por favor - me susurro.
Levante la mirada, pero mis manos no dejaron de desabrochar su camisa. Una vez suelta la saque de mi camino y la lance junto a mi ropa. Enrolle mis manos en su cuello y jugué con los pelos de su nuca.
Me sentó en la cama, se arrodillo frente a mí y desabrocho mis ligas. Con movimientos lentos, demasiado diría yo, me quito las medias. Beso mi muslo derecho y después el izquierdo. Se quito los pantalones y después retiro mi camiseta.
Me tumbo sobre la cama y se coloco sobre mí.
- Si en algún momento quieres parar solo dímelo -dijo mientras se colocaba sobre mi sin dejar su peso.
En ese momento, me di cuenta de lo que me pasaba, estaba perdidamente enamorada de Payton, me di cuenta de que ya no podía evitarlo, ya no podía decirle a mi corazón que no latiese tan rápido cuando él está cerca, ya no podía decirle a mis labios que no respondieran a los de Payton, no podía decirle a mi piel que no se erizara con su tacto...
Y es que el amor es así, nos atrapa, nos atrapa fuerte, nos lleva hasta lo más alto, nos hace perder la cabeza, nos hace hacer estupideces, nos hace sentir nuevos sentimientos.
Otras veces, hay gente que tiene menos suerte.
Cuando nos tiene en lo más alto, casi en el cielo, cuando piensas que estas en el paraíso, nos deja caer y caemos al suelo, y no con un golpe leve, sino que con un golpe que te parte por dentro y a la vez que nuestro corazón se rompe en mil pedazos.
Y sólo esperaba que Payton y yo nos mantuviéramos siempre en el paraíso.
--------------
¡Nuevo capítulo! Corto, lo sé. Pero tengo tiempo para hacerlo más largo. Ya sabéis, votar si lo habéis leído y comentar vuestra parte favorita. ¡Hasta el sábado que viene! O quizás antes... jajajajaja Un beso chicas.
![](https://img.wattpad.com/cover/281538213-288-k754182.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Enamorada De Usted +18 -Payton Moormeier-
RomansaRachel Pierce. Las fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. ¿Hay edad para el amor? ¿Hay un límite de diferencia marcado? ¿Podría llegar ser aceptado por la gente? Han pa...