Capitulo 3

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"Es gracioso que la persona que tratas de proteger sea quien te hiere..."

•Narra Daiko•

Desperté de manera lenta, talle mis ojos y me senté en la orilla de la cama, revise mis mensajes, el primero en la bandeja era de Tomoya.
-Anda chico lindo, despierta, no quiero que llegues tarde.
-No soy lindo.
-Tienes razón, eres demasiado lindo.
-No me digas así, me molesta.
-Sabes que me encanta molestarte.
-eso no es lo que hace un verdadero amigo.
-soy una clase de amigo diferente a lo común, dejemos de hablar de esto y apúrate.
-Vale, te veo después.
Apague el movil, me levante y me dirigí al comedor, ahí estaba Aiko, sentada desayunando cereal, peinada y con el uniforme listo.
-veo que decidiste no esperarme.
Ella permanecía en silencio, suspire y me serví cereal para después sentarme a lado suyo.
-A-Aiko... Yo...
-Perdóname.
-No, tu perdóname, soy idiota y nunca te hago caso, y se que tienes la razón, y no debí gritarte.
-Fue mi culpa, perdóname por llegar tarde y en ese estado.
-No te preocupes, lo bueno es que estas bien.
-Si... Pero dije muchas cosas de mas.
-Gracias por decírmelas.
-no agradezcas, Daiko, te quiero hermano.
-y yo a ti, eres lo único que tengo que se con seguridad que no me dejará.
-Jamás lo haría.
Sonreímos y nos abrazamos, termine de desayunar y me vestí apresurado, tome mi mochila y salimos de la casa.
Al llegar a la escuela Aiko se fue por sus libretas a su casillero, iba por los míos, de repente vi a Natzuki enfrente mío, de la mano con una chica de cabello pelirrojo, muy juntos, se detuvo y tomo ambas manos de la chica, para después besarla de manera lenta, la soltó y ella corrió hacia su salón con una enorme sonrisa, Natzuki se veía feliz, me miro de manera sorprendida, al igual que yo lo mire a el, un nudo en la garganta se hizo presente, comencé a llorar de manera silenciosa, cubrí mi rostro con ambas mano y salí corriendo hacia el fondo del pasillo, cerca de nuestro salón.

•Narra Tomoya•

Estaba caminando por los pasillos esperando a que comenzará la clase, Daiko paso enfrente mío, estaba triste con los ojos rojos, tome la manga de su suéter y lo jale hacia mi.
-Dime que pasa.
-No deberías tomar a las personas así.
-ya lo se, solo dime que pasa.
-No es algo que te interese.
-Si te agarre así es porque es obviamente si me interesa.
-No pasa nada, enserio estoy bien.
-Odio que me mientas así Daiko.
-¡Bien! ¡Alguien que me gusta tiene novia, es un chico, y es Natzuki, se acaba de besar con ella enfrente mío, he quedado en ridículo, como siempre me ha pasado durante toda mi vida! ¿Ya? ¿Estás feliz?
Daiko se fue furioso y entro al salón de clases a sentarse en las últimas bancas, todos estaba en silencio mirándome, fruncí el ceño y apreté mis nudillos, sentí como mis dientes rechinaban del enojo, camine de mala gana buscando a Natzuki, lo encontré y lo mire enojado y corrí hacia el dandole un puñetazo directo a la cara, haciendo que el cayera al suelo y sus gafas salieran volando, tome sus hombros con la sudadera.
-¡¿Como puedes ser tan bestia?!
-¡Q-Quítate! ¡N-No se de que hablas!
-¡Lastimaste a Daiko! ¡Eres un monstruo!
-¡Eso no te incumbe maldito raro, es por eso que a nadie le agradas!
Me dio un puñetazo en la cara fuerte, me enfurecí y comencé a golpearlo con todas mis fuerzas, una mano jalo el cuello de mi camisa quitándome de encima de Natzuki, lo mire y era el director.
-¡Tomoya Nakata! ¡¿Se ha vuelto un animal acaso?! ¡¿Como se atreve a golpear al joven Tadeshi de esa manera en nuestra institución?!
Me quede en silencio mientras apretaba mis nudillos, mientras veía como el director lo ayudaba a levantarse, ambos nos dedicábamos miradas de odio profundo.
Salí de la oficina del director después de todo su sermoneo, ambos nos dirigimos a nuestra aula de clases, todos nos miraban sorprendidos pero seguían callados, me senté en mi asiento de siempre, mientras que Natzuki decidió sentarse mas adelante, a ambos nos dieron reportes por llegar tarde, pero a mi me toco un reporte extra en mi expediente permanente por pelear de nuevo, "otro problema como este, o más grave, y quedas expulsado Nakata" fue lo que dijo el director justo cuando salía.
-¿Que diablos te paso?
Susurro Daiko mirándome sorprendido.
-Nada, solo fue una pelea.
-¡Tan solo mirate! ¡Y mira a Natzuki!
-Ese idiota se lo merece.
-No lo llames asi.
-¿Hablas enserio? El te lastimo.
-S-Si... Pero es mi amigo.
Me quede en silencio y lo ignore concentrándome en mis cuadernos.
Cuando termino la clase, tome mi mochila con enojo y salí apresurado, idiota, idiota, solo quería darle una lección, ¿Como diablos puede seguir queriéndolo después de eso? Es idiota el chico... Pero mas idiota yo por defender a alguien que apenas conozco, soy patético. Sentí una mano tomando mi muñeca, voltee enojado, me sorprendí cuando vi que era Daiko, tenía lagrimas en las mejillas.
-Perdóname... Soy un tonto, nunca escucho a nadie.
Murmuro Daiko con la cabeza agachada.
-D-Daiko... No tienes porque disculparte.
-Si, si tengo que hacerlo, nunca nadie había golpeado a alguien por mi, y por mi culpa te metiste en problemas.
-No fue tu culpa, tu perdóname por comportarme como un animal y golpearlo.
-Esta bien... Pero mira como te dejo la mejilla.
Paso sus manos por mi rostro, mire sus pies poniéndose de puntitas, e involuntariamente reí tierno.
-O-Ouch...
-P-Perdón, ¿te duele mucho?
Puse mis manos sobre las suyas y las deslice.
-Solo un poco, estoy bien... Daiko, te quiero.
Se quedo callado, pero su sonrojo era muy notable.
-P-Pero como amigos... ¿No?
-Ya no me importa ser tu amigo... Quiero ser algo mas... Quiero que me ames tanto como a Natzuki, incluso más.
-A-Apenas me conoces, y estaría mal.
-Toda mi vida ha estado mal, ¿que importa si esto es un error? Seria el mejor.
Tome su barbilla y la acerque a mi.
-Daiko Ebisawa... Haz logrado que yo volviera a sentir el amor después de años.
Murmure muy cerca de sus labios, para después besarlo de manera lenta, acercándonos mas a los casilleros, hasta que la espalda de Daiko quedo pegada al casillero, y acorralado entre mis brazos, la falta de aire hizo que ambos nos separáramos, nos miramos unos segundos, que parecían eternos y hermosos, como si pudiese ver su alma pura e inocente, el tenia las mejillas rojas, al darse cuenta de ello volteo hacia otro lado, sonreí de manera tierna.
-Y-Yo... No puedo... tengo que irme con Aiko.
Se deslizó por el casillero y salió corriendo, suspire y camine tranquilo hasta la puerta trasera y me dirigí a casa... Algún día tendrá que ser mío completamente.

Sólo una oportunidad (Yaoi/Gay) //CANCELADA//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora