-Childe -suspiró el ex Arconte.
-¿Tienes la idea de en qué posición nos encontramos justo ahora, Xiansheng? -sonrió el Heraldo, acercando su rostro y rozando los labios del contrario.
-Sabes que nos encontrarán si seguimos.
-Entonces deberías hacer...
Disclaimer:Genshin Impact es un juego de mundo abierto creado por miHoyo en el 2020. Todos los personajes mencionados en esta historia son de su propiedad.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narrador Omnisciente
El cuerpo de Childe sintió un escalofrío tras escuchar su nombre. Recordó haberle contado su pequeño secreto a Zhongli tiempo atrás, pero le hizo prometer que jamás lo volverían a mencionar.
"—Ajax, es lindo. Me gusta"
Quizá era momento para retractarse.
Una mano traviesa pasar por el trasero del Heraldo causó que diera un respingo y saliera de su burbuja. Enfocándose otra vez en la abrumadora y calurosa nube de emociones.
—No quieres perder el tiempo ¿eh? —habló, cediendo ante los descarados toqueteos.
—¿Está de más mencionar desde hace cuánto tiempo quise hacer esto? —preguntó Zhongli, provocando que el ojiazul abriera los ojos en grande, sorprendido (y con un leve sonrojo).
¿Así que Zhongli también lo deseaba?
—Creí que tú no... —el Heraldo estaba por mencionar lo que estaba pasando por su mente, pero su juicio fue nublado a causa de repetidos besos que fue dejando el castaño en su cuello, seguido de traviesos chupetones—. Mmhg —jadeó mientras se apartaba como podía, recibiendo una queja por parte del ex arconte.
—¿Sucede algo? —preguntó Zhongli en un susurro, acercando sus rostros.
Los labios de ambos comenzaron a rozarse de forma tentativa.
—¿P-podrías? —dijo Tartaglia en un hilo de voz, aguantándose las ganas de volver a besarlo—. Ahg, espera —carraspeó—. ¿Podrías dejar que termine mi pregunta?
Zhongli se apartó un poco, mirándolo fijamente.
Si el Heraldo tenía que confesar algo, es que, si bien ha pasado por muchísimas cosas en su cargo con los Fatuis; la mirada penetrante ámbar del arconte ha sido de las pocas cosas que ponen su piel chinita.
—¿Todo bien? —volvió a preguntar Morax confundido, lo último que quería era que Tartaglia se incomodara con él—. Escucha, si quieres parar, lo voy a entender. Quizá fui demasiado rápido.
El pelirrojo se quedó atónito.
—No, no es sobre eso, y si de pedir disculpas se trata, yo debería pedírtelas a ti... Fui yo el atrevido que te besó en primer lugar —aclaró—. Y también el que comenzó a... ya sabes.
El Heraldo bajó la mirada apenado, "joder, he matado el momento" pensó.
—Uhg... —se quejó—. Zhongli, lo siento, tengo muchas ganas de seguir, no sabes cuántas —comenzó a explicar el ojiazul—. Pero hay algo en mí que necesita la seguridad de saber si es algo que tú quieres también, como te dije; yo comencé todo esto y--
