Con sus recuerdos borrados, dos niños que cuidar, enemigos a la vista y una verdad que descubrir, Daniela Calle no sabe porque es adicta al olor a vainilla... porque siente que la vigilan y sobretodo, porque dibuja un par de ojos oscuros todos los d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Quien eres?— pregunto por que de verdad quiero saberlo, quiero saber el porque mi corazón se detiene en una fracción de segundo cuando me mira, porque me recorre un escalofrío cuando me toca y sobretodo por que siento que la conozco. Las luces del lugar me ciegan y parpadeo, esperando una respuesta
—¿quien soy?— pregunta con una voz irresistible y sumamente familiar— soy la chica que no puede vivir sin ti, que necesita que respires para que pueda estar bien, soy la chica que esta perdidamente enamorado de ti — siento las mariposas brotar en mi estómago y no quiero que se vayan—soy la chica cariño, que se hubiera enamorado de ti aunque no fueras su alma gemela— mis labios no emiten nada por que me he quedado sin que decir... el corazón me late tan rápido, las manos me tiemblan que siento que voy a decir estupideces. Ella no deja que responda y agarra mi mano, la entrelaza conmigo. ¿Puede haber una chica o chico que pueda hacerme sentir tanto con un solo roce? pues aquí esta.Me lleva por un pasillo, pasamos por el comedor en donde estuve hace unas horas y por consecuente, nos adentramos a una habitación color marrón, un escritorio del mismo tono y dos sillones a juego. Hay tres ventanas de piso a techo que dan directo hacia la alberca. Por dios, esta casa es enorme. El alcohol se baja de golpe cuando veo a Mario. No me deja hablar si no, de sus manos comienza a salir humo... niebla, hasta que nos rodea por completo. Se, que eso es imposible y quiero gritar como mierda a hecho eso.
—Daniela, es hora de que sepas la verdad—dice Mario, serio. Y, cuando la chica se coloca al lado suyo no puedo evitar ver su gran parecido y por supuesto, las diferencias que cada uno tienen —¿Si te cuento todo, me creerás? — pregunta y bien podría irme de aquí sin saber absolutamente nada. Pero... los ojos antes rosas de la chica en frente mío cambian a uno azul fuerte... voy a quedarme para saber por que estoy alucinando o si esto es verdad
—dime y ya veré si creerte o no — susurro y Mario suspira
—mi hermana y yo somos cambiantes, seres que tenemos un vínculo especial con la naturaleza tenemos poderes, somos inmortales y cambian de color nuestros ojos dependiendo de nuestras emociones— trago saliva — los cambiantes tenemos una alma gemela— me mira— tú eres la alma gemela de Poché — y eso, es como recibir un balde de agua fría
—te conocí en Eastwood, siempre te miraba en la escuela —sonríe la ahora, Poché. Se quita el antifaz color negro y lo miro, sus facciones tan duras y a la vez suaves, parece que no ha dormido en años, luce cansada... sin vida. Y aún así, es la chica más perfecta que he visto— pasamos mucho tiempo juntas... te amé— se muerde su labio—te amo y lo seguiré haciendo— me mira y no puedo evitar sorprenderme por que sus ojos son de un azul claro... y ahí es cuando mi cabeza hace click.
—el azul claro es puro, es verdad — digo, automáticamente— si eso es verdad... ¿porqué no los recuerdo?
—hay cambiantes malos, se les llaman cazadores y hace 9 años te tenían en la mira— suspira, con pesadez— haz vivido en una fantasía todo este tiempo... carajo, lo haré— frunzo el ceño y más aún cuando Poché me toca la cabeza.
Y así, sin más miles de recuerdos, de cosas vividas aparecen en mi cabeza. Miles de cabos sueltos se han resuelto, comienzo a recordar... las fantasías, las risas, la muerte de Manu... la verdadera muerte de Manu. Mi hermana y cuando la veo en mis recuerdos, como murió... la primera vez que estuve con los gemelos... yo los recibí, yo fui la primera en verlos a los ojos. Yo, toda sucia en un lugar oscuro, la risa macabra de Rixton, el dolor que me provoco pero también la primera vez que Poché y yo nos besamos, cuando me pidió ser su novia, cuando mi padre la amenazaba, sus comentarios pervertidos y graciosos, el viaje a Malibú... cuando me entregue a ella.
Pero también, Poché traicionándome. Yo, matándola. No me doy cuenta que estoy llorando hasta que siento las gotas cayendo por mis mejillas. No me doy cuenta que quiero gritar hasta que Mario me abraza, impidiendo hacer locuras. He recordado, ya todo tiene sentido para mi. Ya todo cobra sentido de una manera dolorosa y devastadora.
—¡La mataste!— grito, en acusación hacia Poché... mi Poché. Sus ojos se vuelven azul fuerte, tristeza— ¡te di todo!— grito, desesperada— ¡Y me traicionaste! — y ahora si, comienzo a llorar a mares— ¡Yo te amaba!
—basta, Daniela— demanda Mario y trato de una vez por todas calmarme, trato de hacerlo — necesito que oigas la verdad
—cuando entre a la bodega en donde estabas... lo comprendí — dice, perdiéndose en sus recuerdos—no podía verte así, casi al borde de la muerte — sus ojos se vuelven azul claro — Daniela, me dolió en el alma verte tan lastimada... tan frágil... — lágrimas se asoman por sus increíbles ojos—no puedo imaginarme una vida sin ti, no puedo imaginarme no tenerte a mi lado, escuchar tu risa, ver tus maravillosos labios, tocarte... besarte— me mira—prefería no tenerte a mi lado a que ya no estuvieras aquí— y lloro, lloro por que en verdad la amaba. Y la ama, después de nueve años la sigo amando— así que te induje en una fantasía pero como te dije, siempre habrá realidad en la fantasía, el nacimiento de tus sobrinos y el largo camino que recorriste hasta ahora es verdad
—¿qué es fantasía?— pregunto, devastada
—Tú no fuiste con Rixton en ningún momento, tú no te embriagaste hasta caer en ellos, tú no tomaste el arma, tú no tomaste la decisión de matarme, tú no levantaste el arma y disparaste, pero si tomaste la decisión de olvidarme aunque Mario no te borro la memoria, era una fantasía— me mira, esperando que le crea— preciosa, yo siempre estuve pendiente de ti durante estos nueve años... siempre vele por ti, siempre te vi con tus ojeras de haber cuidado a tus sobrinos, siempre sonreí por que sacabas una buena calificación, siempre ponías mi corazón a mil por que pasabas por callejones peligrosos, siempre te cuide — y lo comprendo, comprendo por que sentía que alguien me seguía... siempre— siempre te cuide y siempre lo haré— se acerca a mi—lo hice por una razón... tienes un gran poder y todos te perseguirían—su mirada es tan intensa— y era mejor que te separarás de mi... para que no pudieras desarrollar tus poderes
—¿y porqué regresaste?— grito — ¿porqué ahora?—digo, con mi voz amortiguada
—ve ese árbol, ve los árboles de casi toda la ciudad— pide y eso hago, miro a través de la ventana y todos casi no tienen hojas. Solo hay unas cuantas—cuando la décima hoja caiga, tú despertaras de la fantasía— recita, las palabras de Eva...— y se acercará el peligro, una nueva amenaza
—¿mataste a mi hermana?— ignoro todo, quiero oírlo. Quiero que lo diga y así, tratare de odiarla. Se oye tan difícil... sus ojos son azul claro y no cambian para nada
—no, yo no lo hice— responde y en ningún momento sus ojos cambian. Me esta diciendo la verdad—me he estado debilitando todos estos años, me estaba destruyendo mantener la fantasía por tanto tiempo para ti y todos tus amigos— dice— pero también he estado buscándola...
—¿a quien?— pregunto
—tu hermana nunca murió— mi corazón se detiene— Juliana no esta muerta.