Lazos rotos no pueden arreglarse

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Chifuyu no paró de moverse en ningún momento, tomaba micros de larga distancia o pedía que algún desconocido lo llevase, para su fortuna no se encontró con ningún idiota que quiere aprovecharse de su situación. Conoció lugares nuevos, paseo por templos, museos, parques temáticos, paro en cafeterías al pasó y casas de  té muy bonitas, podría decir que estaba de turismo y bueno Chifuyu trataba más de disfrutar su viaje que preocuparse demasiado por que no lo encuentren, ya que sabía que tarde o temprano lo harían, así que se aseguro de ir a lugares bonitos y conocer gente agradable, en sus momentos de soledad se quedaba pensando en que hará cuando el viaje termine, tuvo tiempo suficiente para pensar en sus momentos de soledad y silencio. 

Viaja a donde lo lleva el viento, con tristeza oculta y una valentía desmesurada por ir a donde nunca lo hizo, tratando de disfrutar el momento sabiendo que le pisan los talones. 

La tristeza por perder su lazo y estar lejos de su alfa pesaban sobre él, impidiéndole disfrutar todo esto como se debía. 

En su quinto día de viaje encontró un acuario en su camino y no dudo en adentrarse. Quedo maravillado por el lugar era enorme los peces danzaban frente a él detrás de aquella pared de vidrio que los separaba, paseo con alegría por el lugar y se preguntaba si los peces eran felices allí, en su ignorancia de como seria el verdadero océano. 

Y se preguntaba a sí mismo si de verdad estaba más tranquilo sin saber con quien lo había engañado Baji.

Paró un largo rato frente a la inmensa pecera que contenía peces de verdad grandes, como el lugar tenia luces muy tenues, volvía casi mágicos aquellos reflejos de la luz en el agua, cosa que maravillaba a Chifuyu. 

En su ensoñación Chifuyu no noto que alguien se paró al lado suyo, cuando se dio cuenta ya fue demasiado tarde. - Chifuyu - El llamado volteo rápidamente al reconocer aquella voz, Baji lo había encontrado y allí su viaje llegó al final. - Debes volver a casa - Dijo mirándolo con cierto reproche tomándolo del brazo para que no escape, Chifuyu sabía que eso pasaría, más no quería armar un escandalo en publico así que se limito a obedecer al alfa, quien lo arrastro de allí hasta su auto, en un horrible silencio. 

Chifuyu se dirigió al asiento del copiloto pero al ver que estaba ocupado por Mikey, tomo uno de los asientos de atrás junto a Draken y Mitsuya, con su bolso de ropa entre sus manos, no pronuncio palabra alguna. 

Entonces en unos malditos segundos lo notó, Mikey llevaba una remera de cuello amplio, que permitía apreciar su cuello y parte de su hombros, cuando este se volteo para verlo, Chifuyu vio la mordida que presumía en su cuello, sabía que Takemichi no lo mordería, ni a él o a Hina, y conocía a la perfección como se clavaban los colmillos de Baji en la piel, cientos de veces Baji había dejado mordidas por todo su cuerpo. 

Mikey tenia la marca de Baji en su cuello, y la presumía sin pudor frente suyo, para Chifuyu el mundo se detuvo esos segundos, función el ceño con los ojos rojos aguantándose en llanto, ya demasiado había llorado en su travesía por culpa de Baji, hizo una mueca de disgusto, Mikey al notar que miraba su marca trato de taparla, recién notando la situación. 

Un ambiente demasiado tenso se produjo en aquel auto, Draken y Mitsuya eran quienes más se sentían fuera de lugar y temían que los otros se pongan a pelear, la verdad para ello habían acompañado a Baji, quien insistió en ser él quien buscase a Chifuyu, realmente desesperado por su ausencia, como sabían que a Baji no lo detendría nada y haría un escandalo en publico, fueron con la intensión de calmar las cosas, más no sabían como actuaria Chifuyu, si bien lo conocían no eran tan cercanos, él tan solo era la pareja de su amigo para ellos.

El auto se puso en marcha en un horrible silencio, Chifuyu bajo la ventana del auto.

-Ciérrala hace demasiado frío - Dijo Baji

Nuestro último tiempo juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora