Secuelas de un lazo roto

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Los días siguientes de la vuelta de Chifuyu a su casa, este no salió de ella. Un doctor lo había visto y su diagnostico era el que ya se esperaban: Chifuyu fallecería por la perdida de su lazo, debía descansar, aconsejo que contratasen a alguien para ayudarlo en la casa, necesitaba afecto, cuidados básico y  un olor que lo haga sentirse cómodo. 

Así Baji lo obligó a descansar, contrato a una ama de llaves para que cuide del omega mientras él salía a trabajar, Chifuyu ahora aceptaba abiertamente que necesitaba el olor del alfa, así que su cama estaba cubierta de ropa de Baji y las sabanas aun mantenían su olor, ya que Chifuyu dejo claro que no quería seguir compartiendo cama con el alfa.

Chifuyu se negaba a quedarse en cama todo el día, en él aún se mantenía un entusiasmo juvenil, la pobre ama de llaves no podía cumplir su trabajo de cuidar del omega si este iba de un lado al otro en la casa, jugando con sus gatos, yendo y viniendo de la biblioteca que tenían en la casa para releer sus mangas favoritos o leer aquellos que aún tenia pendientes. 

- Joven Chifuyu, debe comer algo - Dijo la mujer, era mayor que Chifuyu, una mujer grande con experiencia en su trabajo, conmovida por el destino del menor acepto el trabajo de cuidar de aquel omega que parecía un niño por el entusiasmo que vestía. 

- En un momento - Dijo Chifuyu 

- Debe descansar del trabajo - Dijo al ver al omega tipear algo en su computadora. 

- No es trabajo, estoy escribiendo mi testamento - Dijo con total naturalidad Chifuyu, por los ánimos que Chifuyu mostraba la mujer solía olvidar que el chico estaba condenado a morir a una edad tan corta. Dejo una bandeja con una taza de té y galletas en el escritorio de Chifuyu y se retiró. 

Chifuyu bajo de peso abruptamente tras la ruptura del vinculo, si bien antes era delgado tenia musculo, cosa que perdió aquellos días, además ahora era más pálido de lo que ya era naturalmente.

Tras terminar de escribir unos últimos detalles suspiró y miró la comida a su lado, realmente no tenia ganas de comer. 

- Deberías comer algo o ni siquiera tendrás fuerza para caminar - Dice Baji, al aparecer tras la puerta de la oficina, la ama de llaves dejo la puerta abierta al irse, Chifuyu odia que entren a su oficina sin avisar. 

- No tengo hambre

- El doctor dijo que uno de los síntomas seria perdida de apetito, así que trata de comer un poco ¿si? 

Chifuyu suspiro como respuesta y llevo una de las galletas a su boca - ¿Qué más te dijo el doctor? - Dice mirando a Baji - Cuando se quedaron hablando en el portal de la puerta antes de que él se vaya, no pude escuchar. 

Baji se acerca al  omega y apoya en el escritorio - Le pregunte si existía la posibilidad de mantener el lazo - Chifuyu lo miró con el ceño fruncido, no quiere que Baji se de falsas esperanzas, pero antes que pudiera objetar algo el alfa continuo - Dijo que en los únicos casos que el lazo se mantiene es cuando se tienen hijos en común, así el lazo se mantiene atreves de ellos - Explica con una expresión de angustia. 

- Baji... 

- Tú querías tener hijos, y yo dije que esperáramos y ahora --

- No pienses en lo que pudo ser ¿si? Esta bien, solo... - Chifuyu suelta un suspiro en medio de la oración - tienes que aceptar que voy a irme.

Se quedan mirando a los ojos, en ellos se refleja la melancolía que Baji siente, no quiere perderlo, sabe que es su culpa, mientras que los ojos de Chifuyu muestras la nostalgia del amor que se perdieron, porque aunque Chifuyu no ha dejado de amar a Baji, no es igual que antes, antes cuando todo estaba bien, cuando el amor entre ellos fluía sin tregua, se acoplaban el uno al otro perfectamente, tan leales, tan cariñosos, pero eso quedo atrás ahora entre ellos la tristeza, culpa y nostalgia eran quienes se presenta diariamente en su vida juntos. 


Chifuyu se mostraba apacible ante la idea de morir, la angustia y miedo se las reservo en lo más profundo de su alma, sabiendo que de nada serviría llorar por un destino imperturbable. 

Sentado en su jardín apreciando la tranquilidad que se manejaba en su hogar, antes estaba constantemente trabajando, pero siempre procuro dedicarle tiempo a su relación con Baji, él era un romántico así que siempre mantenía prendida aquella llama que los mantenía juntos, siempre encontraba tiempo para su esposo, ahora se pregunta si no fue suficiente, tal vez si él hubiera hecho más Baji no lo hubiera engañado, al momento de pensarlo se retracta, sabe que de nada sirve pensar en ese tipo de cosas solo hacen ponerlo peor, le quitan el poco tiempo que tiene. 

Acaricia al minino que descansa en su regazo, Peke J ya es un gato viejo y cansado, Chifuyu se pregunta si este lo extrañara cuando él ya no este, espera que Baji cuide bien de su amado gato, sabe que su alfa lo cuidara bien, siempre lo ha hecho. 

De repente un tos brusca sale de su garganta, es fuerte le quita el aire y ahuyenta toda su tranquilidad, la ama de llaves al escucharlo llega de inmediato con un vaso de agua. 

- Joven Chifuyu debe entrar adentro, ya hace mucho frío, no le hará bien - Dice la mujer preocupada, después que Chifuyu se recupere del ataque de tos. 

- Estoy bien, no te preocupes - Dice y trata de tranquilizarla con una sonrisa, no le gusta que lo traten como si fuese a romperse en cualquier momento, él es un omega fuerte, pero comprende la preocupación de la gente a su alrededor y trata de mantenerse tranquilos para no sumar más angustia por todo lo que esta pasando. Toma a su gato en brazos de regreso a su habitación. 









Nuestro último tiempo juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora