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Me aseguro por milésima vez que llevo todo lo que necesito en la bolsa, toallas largas y delgadas, dos tipos de pastillas para aliviar cólicos, una botella de agua, una caja de té de manzanilla y un frasco pequeño de miel. La puerta se abre y saludo a Fez, me deja pasar y voy sacando la miel y el té.

-¿Dónde puedo poner esto? - digo mientras camino.

Fez señala una mesa pequeña y circular que se encuentra entre la cocina y la sala. Tomo un paquete de toallas, las pastillas y la botella de agua.

-¿Puedes poner agua para té? - Fez asiente -. Gracias.

-Faye sigue en el baño, por ese pasillo hasta el final.

-Okay.

Empiezo a caminar y giro a la derecha, avanzo por el pasillo y me doy cuenta que huele a barniz de mueble perfumado y aromatizante para hogares. Paso dos puertas cerradas hasta ver una entreabierta, los lamentos que vienen de adentro me hacen creer que se trata de Faye.

Llamo a la puerta y un pie sin calceta la abre, veo a Faye apoyada en la taza del baño. Tiene el cabello rubio recogido en un agarre flojo, la liga está a punto de resbalarse. Se ve pálida y tiene los ojos cansados, reconozco ese aspecto: es el que tengo cuando los cólicos me dan así de intensos.

-Hola - entro y me siento a su lado.

-¿También usas esa pastilla? - señala la caja azul celeste.

-Sí, es la única que me hace efecto.

-A mi también - sonrío y abro la caja.

-Enjuágate la boca un poco - le paso la botella de agua.

Faye extiende la mano y dejó caer la pastilla en la mano, se la pasa con facilidad y exhala. Le acaricio la rodilla y su atención viene a mí, le paso las toallas.

-Dejaré que te cambies, te veo la sala.

-Muchas gracias, Lexi - asiento y me pongo de pie.

Cierro la puerta del baño y regreso a la cocina.

Fez ha servido agua caliente en una taza, ha colocado la bolsa de té y todo pero parece tener problemas en abrir el frasco de miel. Sonrío y me acerco a él, extiendo la mano y me pasa el frasco.

La cocineta huele a limpiador y algunos de los trastes aún tienen gotas en ellos, el olor a lima del jabón flota ligeramente en el aire, opacado por la manzanilla del té. En la estufa solo está la olla con el frasco de agua, llevo mis dedos al frasco y me doy cuenta que está a la temperatura perfecta.

Aparto la olla del fuego y acerco la tapa del frasco al calor, la giro con cuidado y constantemente por un minuto o dos.

-¿Tienes un trapo? - Fez abre un cajón cercano y me pasa un trapo verde oscuro -. Gracias.

Apoyo bien la base del frasco en mi mano izquierda y agarro la tapa con la derecha, me toma solo dos intentos abrir el frasco.

-¿Puedo decir que lo afloje? - suelto una pequeña risa.

-Sí - me pasa una cucharita.

-¿También leíste de esto? - apaga la estufa por mí.

Lo miro un poco confundida pero entonces recuerdo nuestra platica acerca de la Navidad y los paganos.

-No, bueno, unas cosas sí - mezclo una cuchara de miel en el té -. Algunas son de experiencia. Como el vómito, a veces también vomito con los cólicos. Las toallas, las pastillas y el té fue lo primero que me enseñó mi mamá.

Tomo el trapo verde y saco el frasco de la olla, lo seco cuidando de no quemarme.

-Un día estaba investigando síntomas del periodo, los premenstruales y los primeros días y vi que un factor podría ser el frío en el cuerpo - me giro y Fez me pasa una toalla de manos color guinda -. Gracias.

It Will Come Back | Lexi & FezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora