Capítulo 26: El porvenir

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3 MESES ANTES

NARRA XX

Ya han pasado unas horas desde que envíe a Mirko y a Konan, la madre y el tío de Ráuru respectivamente, a acabar con el. Un ataque sorpresa, un niño desprotegido y sin dominio de su poder... Nada puede salir mal pero es obvio que no me he relajado en ningún momento desde que los envié. Verás, Mirko es una persona dulce y hermosa, pero a su vez: es muy poderosa, fuerte, inteligente y ágil. Es la persona mas indicada para realizar el trabajo que le he encomendado, por si acaso, también he enviado a su hermano. Su hermano vivía en Menimhan, en un apartamento algo vacío y solitario, por suerte su hermana sabía su localización y me llevó hasta el, pero vayamos por partes. Te preguntarás: "¿Como la madre de Ráuru accedió a ayudar a una persona como tu?", y yo te respondo de la siguiente manera: Primero: no soy una persona, soy una entidad divina*¹, que es totalmente diferente, y segundo: respondiendo a tu pregunta, manipulación mental divina. Se que suena algo sencillo, pero creeme, Mirko es un hueso duro de roer. Mirko posee una voluntad extremadamente fuerte y poderosa, con razón su energía sobrepasa el nivel 9, una heroína profesional se podría decir. Aunque... dicho todo esto me sabe a poco si no sabes mis verdaderos orígenes. Todo comenzó un 30 de agosto del año 1524 d.I*² a las 14:27 p.m, de repente aparecí de la nada en mitad de un pequeño claro de un bosque al lado de un precipicio, yo era nada mas que una simple mancha de líquido de masa de oscuridad débil y sin apenas fuerzas, a pesar de ello tan solo podía hacer una cosa, portaba una habilidad extremadamente útil, podía rastrear masas de energía (o por así decirlo, personas con un aura de energía llamativa). Pasaron algunos minutos hasta que de repente escuché una voz grave hablar cerca de mi posición, provenía del interior del bosque cada vez mas cerca de mi.
-¡Un momento cariño iré a buscar unas frutas para preparar el postre! -dijo la voz masculina-
-¡Vale! -dijo una voz femenina a lo lejos-

Entonces a través de la maleza un hombre robusto, musculoso, alto, con una gran barba tupida y pelirroja, con pelo largo y pelirrojo recogido en un moño y de piel anaranjada con cuernos en la cabeza se manifestó con una cesta en una mano mirando a su alrededor buscando lo que parecía ser algo que llamaba "fruta" (en ese entonces no entendía prácticamente nada, ni siquiera sabía hablar). El hombre estuvo un rato buscando fruta por los arboles hasta que de repente se percató de mi presencia y me miró extrañado y con curiosidad mientras se acercaba.
-Oh, ¿y eso? -dijo el hombre-

Este se acercó mas y se agachó para verme mas de cerca. Automáticamente usé mi habilidad para rastrear masas de energía y me llamó muchísimo la atención aquel hombre, en ese momento no lo sabía, pero su nivel era de por lo menos 7, o incluso me atrevería a decir que mas. Era exorbitante la cantidad de energía de aquel hombre, sin darme cuenta por instinto salté rápidamente y me metí dentro del cuerpo del hombre. Entonces ocurrió, pasé a controlar su cuerpo como a una marioneta, y de repente... una cantidad tremendamente exagerada de información me vino a la mente y lo aprendí absolutamente todo, aprendí a: pensar, comer, hablar, escribir, razonar... por así decirlo, aprendí a ser un "ser vivo" por así decirlo. Entonces volví por el camino del que había venido el hombre y encontré su casa, analicé la memoria del hombre y encontré que las personas que se hallaban dentro eran una mujer de la edad del hombre, Mirko Prince Ayama, y un niño pequeño, Ráuru Prince Alorain. Entré a la casa y todo comenzó, con el paso del tiempo dejé que el hombre, llamado Edelgard Alorain, tomara control de las situaciones algunas veces, pero en la mayoría de veces era yo quien tomaba las riendas del asunto. Con el tiempo Mirko se empezó a preocupar por mi forma de ser, la cual era mas fría y sería que el risueño y algo tímido Edelgard. Obviamente le decía que estaba bien. Con el tiempo, el pequeño Ráuru me pidió que le apuntara a un instituto con base de entrenamiento para ser un héroe, por desgracia yo no pude tomar control del cuerpo y... Edelgard inscribió a Ráuru a un instituto, el muy imbécil no sabía que me estaba creando graves y serios problemas, entonces cuando Ráuru me pedía que entrenase con el yo lo hacía a sangre fría, le golpeaba hasta que le salían moratones por todo el cuerpo, le golpeaba hasta que empezaba a llorar, lo golpeaba hasta que empezaba a sangrar. Todo para que no fuera a ese estúpido instituto, pero fue extraño... Ráuru en ningún momento se lo dijo a su madre, nunca se lo dijo a nadie, pero tampoco parecía estar contento. Con el tiempo Ráuru cambió, ya no hablaba conmigo, evitaba mirarme a los ojos, siempre parecía estar triste o algo deprimido, Mirko al principio se preocupó bastante, pero al final la convencí de que era simplemente por la adolescencia, yo no le dí mucha importancia, lo que realmente me mosqueo fue que al final terminó llendo a ese estúpido instituto. En ese momento decidí comenzar mi plan. Creé una organización llamada Thrilium, podría parecer una estupidez debido a que llamaría la atención de todo el mundo, pero los seres de este mundo son tan miedosos y débiles que si tan solo ven que alguien es capaz de matar a su héroe mas fuerte... ya no hacen nada mas. Dressler simplemente era un idiota cullo único objetivo era robar a los bancos y amenazar a los trabajadores para que dijesen que les había salvado. Pero no nos desviemos del tema...
-Oye tu, ya han venido -dice una voz detrás de mi-

Estoy en uno de los balcones de mi fortaleza de oscuridad cuando oigo esa voz, proviene de una oveja parlante y con cierto aire peculiar, se llama Zafiro. Es una oveja parlante que lleva acompañando a Edelgard desde su infancia. Nunca he indagado en la memoria de Edelgard para saber con claridad los orígenes tanto de la oveja como del hombre que estoy poseyendo, pero ahora mismo no es el momento.
-Perfecto -digo- porfin nos hemos quitado al mayor de nuestros problemas, tan solo falta establecer algunos contactos mas y podremos proseguir.

Entonces surgió un silencio para que luego fuera interrumpido repentinamente.
-¿Porque? -dice Zafiro-
-¿Hmm? -digo-
-¿Porque haces todo esto? ¿no sabes lo que estas a punto de hacer? -dice Zafiro-
-Pues claro que lo se, matar a todos los seres del mundo no es algo que se haga así sin mas -digo-
-Lo se, ¿pero porque quieres hacerlo? -dice Zafiro- ¿que te han hecho los seres para querer hacer algo así?
-No es de tu incumbencia -digo- tu callate y obedece mis ordenes, cuanto menos me molestes mejor terminaran las cosas para ti.
-¿Perdona? -dice Zafiro- ¿me acabas de mandar a callar?
-¿Algún problema? -digo girándome hacia ella con firmeza e intimidación-
-¿Tu que crees? ¿que puedes venir aquí y plantarte enfrente mía a darme ordenes? -dice Zafiro con un tono de molestia bastante agresivo- ¿piensas de verdad que estoy aquí para obedecerte?, yo estoy aquí por Edelgard, le has destrozado la vida sin necesidad alguna.
-¿Y piensas hacer algo al respecto? -digo-

Entonces Zafiro dió media vuelta y se dirigió a la puerta entrando en la fortaleza.
-Mirko y Konan ya han vuelto -dice Zafiro desde el interior- deberías de ir a hablar con ellos.

Me lleve la mano a la cara apoyándome en la barandilla del balcón cansado por la situación, ella es así todos los días. Unos momentos después entro en la sala del trono de mi fortaleza donde esperan Mirko y Konan firmemente de la vuelta de su misión. Sin entrar en mayor cantidad de detalles inecesarios Mirko me anuncia el fracaso de su misión, han fracasado en matar a Ráuru. Me enfurezco como es de esperar puesto que, a parte de su fracaso, no puedo enviarlos de vuelta para que lo maten porque ahora, con la gran cantidad de aliados que posee Ráuru, la vida de mis esbirros se vería en grave peligro. En pos de lo ocurrido decido pensar un plan para enmendar dicho error y que mejor que en vez de ir a por el, que el venga hacia mi. Decido dejar a cargo de Konan un torneo exhibicionista de batallas adolescentes (o en pocas palabras una TEBA) para así dejar que Dracko se las ingenie para poder deshacerse de Ráuru. Y claro, como no un premio a conseguir lo suficientemente valioso como para cegar a cualquier idiota de cualquier sospecha, todo es perfecto. En su defecto ya improvisaré, es un niño de 16 años, no aguantará mucho mas de lo que ya lo ha hecho hasta ahora. Suerte, suerte es lo que tiene estoy seguro de ello, tan solo es un humano imberbe sin mucho futuro. Volviendo a mis planes, le he dicho a Mirko que esperase a nuevas ordenes, ella es la humana mas poderosa que mi conciencia pueda recordar y posee unos dotes en artes marciales que me impresionan hasta a mi, lo mejor es dejarla para un momento mas apropiado. He podido arreglar mas o menos el asunto pero... Algo no anda bien del todo, una sensación ligeramente dolorosa en mi pecho hace que surja una inquietante molestia en mi, es algo que no pasa desapercibido fácilmente y me desconcentra continuamente desde que poseo este cuerpo. Curiosamente esta sensación noto como esta ligada fuertemente con los recuerdos del pasado de Edelgard pero no son unos recuerdos cualquiera, son unos recuerdos de hace bastantes años. Me produce bastante curiosidad pero con los problemas que últimamente surgen no tengo tiempo para algo relacionado con unos sencillos recuerdos. Aunque... Tal vez si que lo tenga.

*¹: Una entidad divina es una criatura que carece de la necesidad de la relación con el entorno (con respecto al significado de entidad, vease regular temperatura corporal, infecciones, enfermedades...) y que además posee las habilidades comunes y básicas de una deidad.
*²: Significa "después del Imperio" (o también conocido como el "Gran Imperio"), en resumen, la caída del mismo fue tan importante que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad de la sociedad de este mundo.

HEROES XX VILLAINS: Primer ArcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora