Noche del día 7

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Dylan Había olvidado lo que se sentía usar perfume caro o prepararse para ir a una fiesta, usualmente él trabajaba y no había nada que quejarse de su apariencia pero era cierto que no ponía el mismo empeño en su apariencia para salir a trabajar que cuando iba a salir a disfrutar.

Él recordó que la noche anterior había comentado a Esmeralda que los pros de trabajar de noche pero definitivamente un contra de trabajar de noche era que las salidas a divertirse ya no existían...

Se miro en el espejo, se habia pusto un pantalón negro y una camisa manga larga blanca, "parece que voy a trabajar en la barra hoy" pensó, siempre usaba camisas manga largas cuando trabajaba y se sentia cómodo usandolas pero tal vez deberia usar algo menos formal.

toc, toc...

Él repentino sonido de alguien tocando a la puerta lo hizo volver a la realidad, miró su teléfono Max había quedado en pasar a buscarlo a las 21:00 p.m pero todavía faltaba para la hora acordada, aparte era más probable que Max llegase tarde que temprano, pero no esperaba a nadie más...

Abrió la puerta para encontrarse con su vecina, que llevaba una camisa de rayas rojas y negras que le quedaba enorme y un short corto, ella llevaba su cabello rubio en una cola de caballo, se veía hermosa... ella llevaba consigo una bolsa de papel y le pegaba un olor a fritura "¿tal vez donas?" pensó:

-oh -Ella abrió su boca sorprendida y sus mejillas se pusieron de un rojo brillante.

Esmeralda nunca había estado tan avergonzada en su vida sentía que el corazón le latía con fuerza, Dylan había abierto la puerta y llevaba una camisa manga larga sin abotonar dejando ver su pecho y abdomen, se notaba que hacía ejercicio aunque no era muy musculoso...

Ella notó que él tenía un enorme oso tatuado en el pectoral izquierdo y su costado derecho casi a la altura de la pierna tenía un tatuaje de un barco siendo atacado por lo que parecía ser un pulpo gigante, los tatuajes le llamaron tanto la atención que no pudo evitar mirarlos, había un tentáculo pulpo gigante que desaparecía debajo de la tela del pantalón.

Dylan que se había sorprendido de encontrarse con Esmeralda y no con Max recobro la compostura más rápido que ella pero decidió bromear con ella pues había algo en ella que hacía que le gustara verla sonrojarse:

-Sé lo que estás pensando -dijo serio, ella elevo la vista hasta verlo fijamente a la cara -y ese tentáculo va justo a donde crees...

-¿Qué? -preguntó ella sonrojándose -no era eso lo que... lo siento no quería ver tus tatuajes -dijo ella avergonzada de haber sido descubierta mirando de más.

-Solo bromeo ¿Se te ofrece algo?

-oh te traje esto -ella le dio el paquete con los churros, él lo examinó y finalmente lo tomó, era cierto que él había pedido un postre a cambio del silencio de sus amantes ocasionales pero no esperaba que ella se dejará chantajear tan fácilmente sin embargo no dejaría pasar la oportunidad de comer algo dulce-Hice churros espero que te guste...

-Soy fan de todo lo que sea frito o dulce -comentó él con una sonrisa -Seguro que me encantarán.

-¿Puedo preguntar qué significan? -dijo ella señalando el oso del pecho.

-Ah, no significa nada -suspiro Dylan, la gente que nunca se había tatuado no llegaba a entender por qué razón alguien quisiera marcar su piel de la manera en que Dylan lo había hecho y por lo tanto buscaban algún significado -solo significa que tenía dinero y quería tatuarme -agregó finalmente.

-Entiendo -dijo ella y él se arrepintió inmediatamente porque supo que ella lo había tomado a mal -Bueno veo que vas a salir, no te detengo más...

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