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-Gracias por darme las buenas noticias Jessica -sonreí- sé que ellos se pondrán muy felices de escucharlo, gracias por dejarme darles la noticia.

Caminé a la habitación junto con un regalo y entré, -Hola- sonreí- vengo a darles una noticia y te he traído un regalo

-Hola cariño, gracias por venir - Milán se quedó viéndome y no dijo nada, se veía molesto o triste-

-Bueno primero, quiero decir que Jessica quien es la chica de recepción ayer me llamó y me dijo que podía darles la noticia -sonreí-- sí sé que se están preguntando cuál noticia, y es que Susanne el médico te dará de alta esta mañana por qué tú cuerpo está respondiendo bien así que cree que estás lista para volver a casa, ahora... Yo tenía días de estar haciendo algo para ti por eso no te había visitado. -puse la caja de regalo sobre la camilla, la abrí y saqué un vestido celeste de flores- esto lo he hecho para ti... Y sé que acá no tienes ropa entonces no sé si quisieras usarlo -dije- además me gustaría llevarte a un lugar, claro, si quieres.

Ella empezó a reír y luego a llorar -muchas gracias Ciara, está precioso, será un honor para mí utilizar algo hecho por ti.

-Buenos días -dijo el Doctor entrando- voy a revisarla señora Susanne solo como rutina, ¿Le han comentado ya que esta mañana sale?

-Si, así es -dijo llorando-

El doctor le hizo el chequeo de rutina y dijo que todo estaba bien, dijo que en un par de minutos ya podría salir.

Milán salió de la habitación y ayudé a Susanne a vestirse, también le había llevado unas zapatillas.

Después de treinta minutos el médico entró y le dijo que ya podía salir solo debía firmar unos papeles antes de irse.

Junto con Milán la ayudamos a Salir y pasó a firmar los papeles para poder retirarse.

Ayudé a Susanne a entrar a el auto que me habia dado mi madre para poder llevarla conmigo de paseo.

-Milán ¿Podemos hablar?

- claro, dime

- ¿Estás bien?

- Si -dijo serio mientras miraba hacia otro lado-

- ¿Y por qué no ves a los ojos?

- por qué no quiero

- muy bien... ¿Algo que deba saber?

- No, o bueno, ¿Sabes qué? Te quiero lejos de mi madre y de mí, que hagas todo esto por ella no regresará a tu padre...

Sus palabras resonaron en mi cabeza, sus palabras fueron como echarle agua con hielo a alguien que está muriendo de frío.- Eres un completo idiota-.

Entre al auto y comencé a conducir mientras contenía mis lágrimas, no quería que Susanne me hiciera preguntas, me hubiera encantado regresar a casa, pero había dicho a Susanne que la llevaría a un lugar.

Después de un viaje un poco largo llegamos, desde el estacionamiento podíamos escuchar las olas del mar, ayudé a Susanne bajarse del auto y caminamos hasta una casa que había alquilado, para que ella pudiera quedarse unos días, hace mucho tiempo que ella no había podido salir de casa o del hospital y pensé que le gustaría estar en un lugar tan lindo como este.

- Gracias por traerme a este hermoso lugar .-dijo sacándome de mis pensamientos-.

-No tienes nada que agradecer, es con todo el cariño del mundo.-respondí mientras nos sentábamos en unas sillas afuera de la casa-.

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