Huida

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Estaba en shock, no podía pensar en nada sin sentir asco por este cuerpo que tenía, En seguida pensé, como sucedió esto y como se lo voy a explicar a mis padres, definitivamente nadie me va a creer cuando les diga que su hijo de 17 años se ha convertido en una señora de la edad de su madre.

Tenia que salir de ahí sin que nadie me viera, si alguien de mi familia se daba cuenta que no estaba ahí y en cambio veían a mi nuevo yo lo mas seguros es que llamen a la policía por secuestro o peor aun por asesinato, no podía permitirme pasar el resto de mis días en la cárcel, además tengo que encontrar una forma de recuperar mi cuerpo.

— Diablos, pero primero tengo que conseguir algo de ropa

Busque entre toda mi ropa algo que por lo menos sirviera para cubrirme sin embargo ahora toda mi ropa me quedaba chica, era imposible para mi usarla, El tiempo se me estaba acabando eran las 8:30, aunque era fin de semana, mi familia siempre se levantaba a las 9 para desayunar en la sala, por lo que no tardaban en subir para despertarme. De repente entre la ropa que buscaba encontré un jersey de futbol americano que me había regalado mi tío el año pasado, sin embargo, no lo use porque me quedaba enorme para mi cuerpo de ese entonces, al intentar probármelo no solo mi sorpresa se incremento al ver que no solo me quedaba perfecto, sino que había algunas partes donde se podía notar como mi cuerpo sobresalía,

— Bueno es lo único que me queda ahora, tengo que salir rápido de mi casa y buscar ayuda

Mientras tanto en casa de Sofia

— Ya es hora de levantarme, ya casi son las 9, bueno no es como que tenga muchos planes que hacer para hoy

Por inercia se le ocurrió en ese momento agarrar su celular para revisar los mensajes que tenía, fue ahí cuando vio el único mensaje de su amiga Katia entre sus conversaciones

— Buenos días dormilona, ya no pude despedirme hoy de ti porque mi vuelo salió en la madrugada, recuerda siempre que eres mi mejor amiga y que te quiero mucho, te deje un regalo antes de irme, porque no les haces una visita al muchacho que te trato mal ayer, puede que te lleves una gran sorpresa

Sofia inmediatamente se levanto de la cama, para asegurarse que su amiga no haya cometido una locura anoche, se puso lo primero que encontró y salió de su casa

En ese mismo momento Bruno se encontraba armando una cuerda con ropa de su cuarto para bajar desde el segundo piso de su casa a su patio, sin que nadie lo vea,

— Diablos, no sé ni porque estoy haciendo esto, lo bueno es que ya quedo

Bruno amarro la cuerda en la pata de su cama y tiro el otro extremo por su ventana, anteriormente había preparado una carta que había dejado en la mesa de su cuarto donde les explicaba a sus papas que había tenido que salir de repente debido a que iban a estar haciendo unas pruebas para quedar en un equipo de futbol profesional, que no se preocuparan que el iba a estar bien y solo estaría ausente un tiempo, mientras duraran las pruebas.

En eso escucho la voz de su mama que subía por las escaleras

— Bruno, cielo ya es hora de desayunar baja

Bruno entro en pánico por lo que tuve que apresurarse para bajar, el aun no entendía las características y capacidades de su nuevo cuerpo por lo que le costaba el simple hecho de salir por la ventana, el levantar una pierna era una gran proeza para él, cuando por fin logro salir empezó a bajar apresuradamente, cuando ya estaba cerca del suelo pudo escuchar como la cuerda improvisada empezaba a desgarrarse por el peso de él, lo que hizo que cayera de espalda sobre el césped, Bruno adolorido trato de levantarse sin embargo el dolor de espalda no se lo permitía

Sofia que estaba caminando para ir a casa de bruno vio toda la escena y enseguida corrió para ayudar a la "señora" que vio tirada en el piso

— Se encuentra bien señora

Bruno aturdido por el dolor, pero más por el miedo de que alguien lo viera en ese estado acepto la ayuda de Sofia

— Ayúdame por favor

Con la ayuda de Sofia pudo levantarse del piso, pero en eso vio por la ventana como su mama entro a su cuarto así que tenia que salir de inmediato de ahí, no tenía más opción que decirle a Sofia que le ayudaba

—Ayúdame Sofia, sácame de aquí y te prometo que te explicare todo

Sofia le respondió

— ¿Cómo sabe mi nombre?

— No hay tiempo, tenemos que salir

Sofia no sabia si confiar en esa señora con aspecto extraño que se encontraba en casa de sus vecinos, sin embargo, al ver que se lo pedían con tanta desesperación decidió ayudarla

— Está bien, pero vamos a mi casa para que me cuente todo ahí

— Si

Entonces las dos señoras salieron corriendo de la casa, cuando su mama voltio a ver por la ventana por la que en teoría se había escapado su hijo no pudo ver mas que dos señoras corriendo para entrar a casa de su vecina Sofia.

Ya en casa de Sofia

— Ahora si me vas a explicar quien diablos eres y que hacías en casa de los Inurreta

Bruno recuperando el aire por haber corrido le dijo

— Primero me podrías regalar un vaso de agua

Sofia fue a la cocina donde trajo dos vasos de agua para que tomaran, ya más calmadas Bruno le dijo

— Se que parecerá difícil de creer, pero soy yo Bruno

— JAJAJAJAJAJAJA no hay forma de que sea Bruno señora

— Es cierto Sofia tienes que creerme soy yo

— Eso es imposible señora, Bruno es un muchacho de 17 años y usted sin ofender es una señora como de mi edad y hasta diría que un poco mas grande

Bruno pudo notar como las palabras de Sofia le afectaba y no le quedo de otra que empezar a llorar

— Se que me veo así Sofia, pero si soy yo, soy bruno te lo puedo desmostar, ayer me hablaste y me preguntaste como te veías y te dije que como una salchicha embutida.

Sofia un poco enojada por lo que acaba de oír no podía creer aun lo que le decían fue entonces que recordó el mensaje de su amiga esta mañana

— No, no puede ser posible...pero tal vez si seas Bruno

—Sofia tienes que ayudarme a recuperar mi cuerpo no se que me paso, esta mañana me levante y me veía como una señora como tu y mi mama eso es imposible, yo no puedo ser una señora gorda yo soy un muchacho apuesto con abdominales

— Bueno, ahora no creo que lo seas querida, solo mira esas lonjitas que tienes

— Bruno inmediatamente se puso las manos en el estomago para taparse

— Ayúdame, hablo en serio

— Bueno, bueno, primero tiene que bañarte por que estas bañada en sudor y las señoras de nuestra edad no pueden andar con bóxer por ahí, ven te voy a prestar algo de ropa

— Ni lo sueñes jamás me voy a poner ropa de mujer y mucho menos de una señora

— Bueno entonces no se como puedo ayudarte

Bruno pudo notar como su cuerpo ahora estaba empapado de sudor y como comenzaba a oler un poco por lo que no tuvo de otra que aceptar el baño

— Bueno, creo que, si tomare el baño, pero definitivamente no usara tu ropa

— Ya lo veremos — Le respondió Sofia con una sonrisa en su rostro 

¿La señora de a lado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora