Era un nuevo día y cada vez me sorprendía menos al ver mi cuerpo en el espejo, hoy era martes y sabia de antemano las reglas que había puesto Sofia en la casa, así que baje a desayunar el mismo desayuno de ayer y cuando termine me cambie para empezar a limpiar la casa, en mi casa nunca hacia estas actividades porque pensaba que ese era trabajo de mujeres y mírenme ahorita barriendo la sala y acomodando los muebles, Después de que terminaba mi rutina de limpieza me quedaba un rato en el sofá viendo partidos de futbol, cualquiera que me viera pensaría extraño de una mujer viendo un partido de futbol pero era lo único que podía hacer para conservar algo de mi hombría. El tiempo paso y ya era hora de la comida, Sofia me había dejado algo de dinero para que pidiera comida, así que decidí pedir una pizza y un refresco grande cola, en mi anterior cuerpo este algo normal para mí y decidí seguir con mis viejos hábitos alimenticios, después de comerme la mitad de la pizza, quede completamente lleno y subí a mi cuarto para recostarme, sin darme cuenta quede completamente dormido hasta que me despertó la llamada de Melanie para preguntarme que donde estaba, rápidamente me cambie y me puse unos jeans y una blusa morada para mi cita con mi novia. Al llegar al parque encontré que ella estaba sentada en una banca, enseguida me acerqué y dije
—Hola amor
Melanie se me quedo viendo extrañada y me contesto
—Recuerda bruno que en este momento yo no soy tu novia, ambas somos mujeres y seria muy extraño que me andes llamando de esa forma
—¿Y como quieres que te llame?
—Por mi nombre
—Esta bien, lo recordare la próxima vez que nos veamos, me alegro mucho de verte
—yo igual, tenia que platicar contigo, la ultima vez estaba un poco apresurada, pero ahora necesito que me cuentes todo de tu transformación
Bruno le empezó a contar todo, desde el momento en que se levanto y se encontraba en un cuerpo nuevo, su visita al ginecólogo y hasta las extrañas sensaciones que había estado teniendo últimamente
—mmm ya veo, con eso fue lo que paso
Melanie se quedo mirando fijamente a bruno y dijo
—Pero mírate bruno estas irreconocible, eres toda una señora, tu cabello largo, tus enormes senos, tienes una figura, aunque un poco rellenita pero muy sexy, tus caderas y tu trasero comunes para una señora de tu edad, oye y te has tocado ahí abajo?
—Que estás diciendo Melanie, estoy en un gran problema y eso es lo primero en lo que piensas
—Bueno, bueno es que me da curiosidad
Bruno un poco sonrojado dijo en voz baja
—si
—¿Disculpa?
—Que sí, una vez me toque ahí abajo, pero se sintió extraño
—Extraño ¿en qué sentido?
—Bueno, se sentía como si mi cuerpo se empezara a calentar y una pequeña descarga pasara a través de él, también sentía como mis pezones se estimulaban y mi piel se erizaba cada vez que pasaba mis dedos
—Me imagino, eso mi querido bruno es el placer de las mujeres, no te preocupes yo puedo enseñarte algunas otras cosas para que te sientas mejor, después de todo para eso tienes novia, a todo esto, no te he preguntado ¿Te gustan los hombres?
—Por supuesto que no, quizás mi cuerpo sea el de una mujer, pero aun me gustan las mujeres
—Bueno es natural que sientas un poco de atracción, aunque si tu lo dices te creo. Cambiando de tema, oye necesito un favor
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¿La señora de a lado?
RandomBruno es un joven estudiante de preparatoria, que parece tener todo en la vida, una familia que lo quiere, Amigos con los que se divierte y una novia que lo ama mucho, además de que es la estrella del equipo de futbol de su ciudad. sin embargo un dí...