¿La señora de a lado?

Hola soy ¿yo?

Un nuevo día, esperando que todo haya sido un sueño Bruno se levanta de la cama y lo primero que hace es observar su reflejo en el espejo

—Así que, no fue un sueño después de todo, este soy yo ahora

Bruno sin darse cuenta puso su mano en uno de sus senos y empezó a masajearlos pudiendo sentir una indescriptible sensación de placer, poco después decidió explorar la zona de su entrepierna que le había estado generado cierta inquietud, llevando su mano lentamente empezó a masajear la zona de su vagina y pudo empezar a ver como un liquido transparente empezaba a inundar la zona de sus pantys, justo cuando comenzaba a acelerar el paso, escucho los pasos de Sofia afuera de la puerta, lo que lo hizo sacar rápidamente su mano y volver a la cama.

—Hola dormilona, que bueno que ya te levantaste, hoy será un día largo así que entre más temprano comencemos mejor —Dijo Sofia quitándole la sabana del cuerpo, ella pudo ver como sus pezones resaltaban de la camisa que traía y además como estaba algo roja en la cara, intuyendo lo que podía estar pasando, Sofia decidió guardar silencio por ahora, pero sin duda era algo que podría aprovechar a su favor más adelante

—Dale bruno, metete al baño, recuerda que las mujeres tardamos más en vestirnos y arreglarnos, tenemos cita con el ginecólogo a las 11 y ya son las 9:30

Bruno todavía un poco exaltado por lo que acaba de vivir, decidió hacerle caso y entrar al baño

—¿Qué diablos fue eso? ¿Por qué me sentí bien al tocarme ahí abajo? Esto no puede estar pasando, es este maldito cuerpo que tiene algo raro

Bruno aun no lo sabia pero su cuerpo maduro tenía necesidades que poco a poco el mismo iba descubriendo, esto solo seria la punta del iceberg que el estaba por experimentar

Después del baño, Bruno se dirigió a su cuarto para cambiarse, Sofia de antemano ya le había dejado la ropa que usaría

[—Debo estar loco por ponerme esta ropa, yo no soy ninguna mujer, pero esto es necesario para saber si existe alguna forma de regresar a mi antiguo cuerpo]

Bruno empezó a ponerse las pantis que le había dejado Sofia, primero empezó metiendo una pierna y luego la otra y poco a poco podía ver como se ajustaban perfectamente cuando llegaban hasta su cadera, luego comenzó con el sostén, aun tenia problemas con esta parte pero después de ver unos tutoriales pudo lograrlo, ahora lo que seguía era ponerse la falda esta era de color negro que le llegaba un poco debajo de la rodilla, lo siguiente era ponerse la blusa, esta era una blusa algo grande desde su punto de vista pero ajustada para su nuevo cuerpo, era de color verde y acentuaba muy bien su nueva figura femenina. Cuando termino decidió bajar para decirle a Sofia que ya estaba listo.

Sofia al verlo le dijo

—De ninguna manera vas a usar esos zapatos con la ropa que te escogí

Rápidamente subió y bajo para traerle un par de tacones

—¿Para que son esos? — pregunto Bruno

—Como que para que, son para que los uses, esa ropa combina con estos zapatos

—¿Pero por qué tengo que usarlos?

—Mira bruno parte de ser una mujer madura es saber combinar bien su ropa, así que ya no te quejes y póntelos

Bruno sin más opción decidió ponerse aquel par de tacones negros, pero al intentar caminar con ellos, no podía dar dos pasos sin tropezarse

—No entiendo porque las mujeres usan tacones, no son nada cómodos y no puedo caminar

Sofia le dijo

—Primero tiene que pararte derecho, y luego tienes que mover tus caderas de esta forma, esta es la manera correcta de caminar