¿La señora de a lado?

Té con galletas

Un nuevo día y seguía aun en el mismo cuerpo, no tenia ni ganas de salir de la cama, pero Sofia sin tocar entro por la puerta y dijo:

—Levántate floja, no puedes estar todo el día en la cama

—No, no quiero me voy a quedar acostado todo el día

—Hoy es lunes, me tengo que ir a trabajar y tu no te vas a quedar de floja todo el día mientras yo trabajo, después de que termines de desayunar tienes que sacar la basura y lavar los trastes, luego pasas la escoba en la casa

— Queeee, ¿Por qué haría eso?

—Por que gracias a mi tienes un lugar donde dormir y puedes comer gratis es eso o te gustaría encontrar un trabajo para conseguir dinero?

Bruno no tenía más opción que obedecer a Sofia por lo que con notable enojo dijo

—Esta bien

—Así me gusta, ya esta el desayuno listo, puedes bajar

Bruno bajo por las escaleras y vio el desayuno que le había dejado Sofia, era un jugo verde, una tostada integral con jamón y un poco de fruta con granola, el desayuno típico de cualquier señora, bruno empezó a comer sin decir una sola palabra

—Bueno ya me voy, espero que hayas hecho todo lo que te dije cuando regrese

Bruno no contesto y solo vio a Sofia salir por la puerta

—Bueno, primero tengo que cambiarme porque estoy en este camisón y no puedo salir a la calle así

Bruno subió a su habitación y busco entre la ropa que se había comprado y la ropa que le había prestado Sofia algo cómodo con lo que pueda hacer las labores domésticas, hasta que por fin encontró una camisa que parecía algo vieja pero se veía cómoda así que se la puso.

—Bueno, primero ¿con que comienzo?

Al alzar su mirada vio como había mucha ropa tirada en la sala, que era ropa que se había estado probando ayer y que no había recogido,

Al terminar de recoger toda la ropa, recordó lo que le había dicho Sofia de que sacar la basura, así que se fue hacia la cocina y saco las dos bolsas que había ahí, salió por la puerta de enfrente hacia el bote de basura que se encontraba al final del jardín cuando salió no se dio cuenta de su alrededor y de pronto escucho una voz

—Buenos días

Bruno rápidamente voltio hacia donde se encontraba aquella voz, no sabia como responder ni cómo actuar ante aquella persona

—Eres amiga de Sofia?

Rápido recordó que era irreconocible en estos momentos por su apariencia por lo que con cierto nerviosismo respondió

—Ah hola, buenos días, si soy amiga de Sofia, me estoy quedando con ella un tiempo

—Con razón, ayer vi que entraron juntas, pero no había tenido oportunidad de hablarles, Mucho gusto soy la señora Carolina, pero mis amigas me dicen caro vivo aquí a lado

Bruno no sabia si decirle su nombre o no, pero no podía ser grosero y que sospecharan de él, por lo que decidió mantener un tono amigable con ella

—Ah mucho gusto yo soy Diana Fernández

—Que coincidencia ese es el apellido de mi marido, de casualidad no son familia?

—Bueno, no, es que Fernández es un apellido muy común

—Si, si lo creo contigo ya son 4 Fernández que viven en esta colonia, uy casi se me va el tiempo, tengo una cita para ir a tomar te con unas amigas... oye no te gustaría ir