Apenas fueron unos segundos en los que mi madre dejó escapar un suspiro largo como si dentro de ella estuviera guardando algo grande, mucho más grande que su cuerpo o la amplitud de la habitación del hospital, eso logró preocuparme un poco por ella pues tal vez debía esperar a que ella tomara la decisión de decirme y no presionarla, sin embargo sabía que si hacía eso la ansiedad de obtener una respuesta no me dejaría continuar con mi día a día y mucho menos el poder recuperarme como la mayoría esperara que hiciera después de la operación.
Sin embargo antes de que pudiera decirle algo, mi madre comenzó a hablar.
-Yo me encontraba en Shibuya, debido a que una de tus tías necesitaba ayuda con algo relacionado a su trabajo, me despedí de ti unos cuatro días antes de tu accidente, por supuesto desde que me fui te llamaba a diario y estábamos en contacto.-Mi madre desvió la mirada.-Fue entonces cuando el día 10 de septiembre me llamaron, al contestar preguntaron por mi nombre y si era tu madre, apenas al escuchar esas palabras sabía que algo iba mal.-Su mirada volvió a mí, esta vez con una mirada triste, la cual se podía reflejar exactamente igual como aquella vez que entró a la habitación y yo recién despertaba.-Me dijeron que tuviste un accidente automovilístico, al parecer fue error de otro conductor.
-Supongo que de inmediato regresaste a Yokohama...
Mi madre asintió y mordió sus labios, tratando de reprimir un sollozo. Entonces en ese momento escuchamos que alguien tocaba a la puerta, segundos después el doctor entró a la habitación.
-Lamento la interrupción, debo de hacerle la revisión del día al joven Nakahara.
-Claro, descuide doctor.-Poniéndose de pie de su silla mi madre acarició algunos mechones de mi cabello y me sonrió.-Regreso en un rato, iré por un café mientras.
Asentí con una ligera sonrisa para lograr tranquilizarla, incluso espere a que saliera de la habitación para dejarla tranquila. Sabía que por el momento no debía hacerle más preguntas al respecto, pues sería abrumador para ambos.
-Bien, ayer tus estudios no mostraron una irregularidad y los chequeos han salido con buenos resultados, al parecer tu recuperación será pronta Nakahara.-Escuchando eso logró dejarme un poco tranquilo, pues sabía que entre más rápido saliera del hospital más rápido podrían darme respuestas y yo podría recuperar poco a poco la memoria de lo que paso antes del accidente.
Después de que el doctor terminó con mi revisión, unos minutos más tarde mi madre volvió a entrar a la habitación, sin embargo preferí cambiar de tema pues aún se notaba algo tensa al tocar el tema de mi accidente. Ella no hizo más preguntas y se relajó cuando cambiamos el tema a hablar de comida, pues aproveche para decirle lo harto que me tenía la comida del hospital, ella por primera vez volvió a reír y con una gran sonrisa me prometió que en cuanto saliera me prepararía mi comida favorita. Me encantaba pasar ese tiempo así con ella, por un momento olvidándome de los problemas y de la vida, sólo ella y yo teniendo un día como madre e hijo. A pesar de que no fuera el lugar deseado, me bastaba con tenerla a mi lado y así no sentirme solo.
Llegada la noche mi madre me ayudó a levantarme un poco para acomodar los cojines debajo de mi cabeza y para que así pudiera estar más cómodo, luego me dio un beso de buenas noches y fue a acomodarse al sillón para poder descansar por fin. Ella de inmediato logró conciliar el sueño, sin embargo yo me quede un rato más mirándola desde lejos y disculpándome en voz baja con ella, pues sabía que todo esto no sería fácil para ella, aún podía apreciar sus ojeras símbolo de que mientras estaba en coma ella no podría haber dormido bien, cada día y noche podría haber sido un infierno para ella al no saber con certeza si su hijo lograría despertar, encontrarían a un donador o si la operación sería un éxito.
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HEARTBEATS [Soukoku Fic]
FanfictionDespués de despertar de un coma y sin recordar mucho de los últimos meses, el chico pelirrojo anhela saber la verdad detrás de aquel misterioso chico que llama una y otra vez su nombre. Su corazón se acelera cada vez que aquel chico dice una y otra...