HEARTBEATS [Soukoku Fic]

Capítulo 6

"Mis tíos se hicieron cargo de mí por un tiempo, por supuesto nunca se hicieron a cargo directamente de mí, pero al menos me ayudaron a tener este techo y a ayudarme a continuar con mis estudios. Ellos han tratado de repetirme que no fue mi culpa, pero es difícil el quitarse un peso que vienes cargando desde tu nacimiento."

Secándome las lágrimas mencione en susurro el nombre de Dazai. Cerré los ojos sintiéndome impotente y entonces nuevamente observe el recuerdo vívido de aquel momento. De igual forma como me encontraba actualmente, mi yo del pasado se había quedado en shock por la confesión de Dazai referente a su pasado. Me partió el alma ver al chico castaño frente a mí, ya no era un chico engreído y molesto con el que tenía mis diferencias desde el primer día del nuevo curso, ahora veía a un chico lastimado, asustado e inseguro. "Dazai" Lo llamé en el recuerdo, pero él continuaba con la mirada agachada. "Lo siento, no sabía que habías pasado por todo eso." Sintiendo un extraño impulso coloque mi mano sobre la suya, haciendo que por fin me mirara a los ojos. "Ya no estás solo, yo estaré contigo y te ayudaré a ver que tu madre estaba equivocada. Dazai, eres alguien muy diferente a como te has estado catalogando, por ello yo te ayudaré."

Abrí los ojos sintiendo una sensación reconfortante al haber dicho eso, no sabía si había sido producto de mi imaginación o había sido realmente un recuerdo, sin embargo al volver a leer la carta confirme mis palabras.

Creo que nunca te mencione lo que esas palabras provocaron dentro de mí, el sentir como alguien me apoyaba y trataría de sacar la mejor versión de mí', Chuuya, en ese momento me diste esperanza y de igual forma el sentir tu mano sobre la mía provocó un vuelco en mi corazón que hasta en este momento que estoy escribiendo la carta no puedo explicar. Recuerdo que en ese momento quería decirte mil cosas e incluso abrazarte, pero simplemente me conforme con sonreírte y verte a los ojos diciéndote "gracias".

Con ello terminé de leer la primera carta, dejándome un revuelo infinito de emociones, sabía que esas cartas contenían lo que Dazai y yo habíamos vivido pero nunca pensé que fuera tan intenso el viaje que ambos empezamos aquella época de preparatoria. Guarde con cariño y cuidado la primera carta, así dejándola al lado del mueble de mi cama y luego me recosté. Aún faltaban dos días para que la semana terminara y los chicos vinieran a visitarme al igual que dejarme la segunda carta. A pesar de ello me sentía más tranquilo e incluso me sentía con más fuerzas, tal vez después de todo no fue mala idea el aceptar leer las cartas.

Logré perder la noción del tiempo entre pláticas con mi madre y muchas evaluaciones médicas (hasta el momento todas con resultados favorables), cuando menos lo note mi madre me dijo el día que era al igual las visitas que vendrían hoy; Akutagawa y Atsushi. A diferencia de la primera vez que tuve su visita en la cual me encontraba nervioso, desconcertado y ansioso, esta vez me encontraba más tranquilo y feliz porque había lograrlos recordar en aquel periodo de la preparatoria por lo que no eran simplemente conocidos para mí, ahora sabía que eran mis amigos que estuvieron conmigo y Dazai durante toda esa etapa, al igual que soportando las peleas que el castaño y yo teníamos a cada rato.

Ambos chicos se presentaron en la puerta de mi habitación a la una en punto, a la hora exacta en la que le habían dicho a mi madre.

Ella los saludó con ánimo y los invitó a pasar, luego se despidió de ellos antes de cerrar la puerta detrás de ella, así dejándonos nuevamente a los tres solos en aquella habitación de hospital, la cual en los últimos meses parecía ser, irónicamente, como mi segunda casa.

Akutagawa mantenía un temple serio y calmado, el mismo carácter con el que se presentó aquella primera vez (nuevamente), por otro lado Atsushi ya no parecía estar tan tímido e incómodo, pues esta vez con una sonrisa me preguntó cómo me encontraba y si se tenía alguna nueva notifica respecto a mi estado de salud. Sonreí de igual forma y les compartí las pláticas que había logrado tener con mi médico, al igual de la probabilidad de que en un mes podrían darme de alta del hospital, pues todas mis evaluaciones mostraban resultados favorables, por lo que tenían fe en que continuaría así.