Lamentablemente el resto de la tarde ya no pude continuar leyendo la segunda carta debido a que mi madre me trajo algo para la cena que trajo a escondidas. Estando ya harto de la comida de hospital mi madre optó por preparar una cena ligera en casa y traerla a escondidas consigo. Incluso entre risas me relató su travesia para que lograra pasar con el bento.
A pesar de no poder continuar con la segunda hoja de la carta, aproveché para preguntarle a mi madre respecto a cuando tenía quince años, pues continuaba sin recordar esa etapa de mi vida.
-Madre, cuando tenía quince años, ¿cómo era? Me refiero en mi actitud...
Pensé que se mostraría tensa como cuando hablamos por primera vez de las cartas, sin embargo se mostró relajada e incluso soltó una risita ante mi pregunta.
-Pues, la verdad eras un chico algo rebelde, no recuerdo cuantas quejas recibía de la escuela por tu comportamiento hacia algunos alumnos al igual que tu temperamento, sin embargo a pesar de ello era un buen chico, nunca tuviste problemas con tus calificaciones y en casa eras un chico relejado, aunque a veces tratabas de aparentar rudeza.
-Entonces sabía sobre mi rivalidad con Dazai...
De nuevo sentí su tensión cuando mencioné su nombre. Quería de igual forma preguntarle a que se debía, pero algo en mí me decía que no era el mejor momento para preguntárselo.
-Sí. Contestó finalmente después de una pausa incómoda.-Algunos profesores e incluso tu amigo, Akutagawa me llegaron a comentar sobre tu rivalidad con Dazai. E incluso traté de hablar varias veces contigo al respecto, pero apenas se mencionaba su nombre te ponías furioso y te encerrabas en tu cuarto.-Dejó escapar un suspiro como si con ello disminuyera la carga en sus hombros, pero fue en vano.-Al parecer Dazai se tomó el tiempo para relatarte todo lo que pasaron juntos, desde un inicio.
-Sí, pero a pesar de que sigo sin recordarlo tampoco siento que este mintiendo. No es por ello que te estoy preguntando todo esto, simplemente me cuesta creer algunas cosas. Espero pronto recupere completamente la memoria...
Mi madre permaneció callada por unos momentos antes de forzar una sonrisa y ayudarme a acomodarme en la cama para recostarme y descansar, antes de la última visita del doctor.
Al otro día por instrucciones del doctor y con su ayuda tuve que pararme de la cama para intentar recuperar la movilidad de mi cuerpo. Al principio me maree muchas veces y eso me preocupo, sin embargo el doctor explicó que era normal debido al tiempo en que estuve en coma, sin embargo no parecía haber un problema más grave. De igual forma verificó mis reflejos e hizo otros exámenes, al finalizar me dejó descansar y mi madre aprovechó para ir a una tienda para comprar algunas cosas de uso personal que estaban a punto de acabarse y que necesitaría para las siguientes semanas.
Una vez estando solo en la habitación dejé escapar un gran suspiro mientras sostenía la carta entre mis manos. Cerré por unos segundos los ojos antes de armarme nuevamente de valor y abrir el sobre para leer las hojas faltantes.
Sin más comencé a leer en la hoja que me había quedado:
"Después de que la plática (si es que se podría llamar de esa forma) con la directora, recogimos nuestras mochilas y fuimos a nuestros respectivos casilleros para cambiarnos el calzado. Por supuesto ninguno de nosotros mencionó una palabra, incluso recuerdo sentir las ansias de salir corriendo de ahí para evitar tener otro enfrentamiento, sin embargo me tomo por sorpresa escuchar cómo me llamaste.
"Dazai" Me giré algo extrañado esperando un grito o golpe de tu parte, sin embargo solo estabas frunciendo el ceño. "Mañana en mi casa después de la última clase, ¿de acuerdo?"
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HEARTBEATS [Soukoku Fic]
FanfictionDespués de despertar de un coma y sin recordar mucho de los últimos meses, el chico pelirrojo anhela saber la verdad detrás de aquel misterioso chico que llama una y otra vez su nombre. Su corazón se acelera cada vez que aquel chico dice una y otra...