Faiz Rider

Faiz Rider - Capitulo 9: 913 Kaixa Rider

Capitulo 9:

- 913 Kaixa Rider-

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En un día como cualquier otro, en la ciudad de TokuCity, el cielo se encontraba despejado, las personas estaban como de costumbre deanbulando por ahí.

Algunas de ellas veían aterrorizadas en las noticias de la TV, o en los periódicos, los múltiples asesinatos que ocurríeron en la ciudad hace 9 días.

- Eso da miedo, alguien debería detener todo esto, alguien como las autoridades - Dijo una transeúnte.

- O, alguna especie de héroe o que se yo - Respondía otro transeúnte, mientras toda la multitud se retiraba de la vitrina de la tienda de televisores.

Justo cerca de allí, sentado en una banca, se encontraba nuestro protagonista Félix. Este estaba mirando al cielo, junto a su moto, tomando una lata de gaseosa, muy pero muy fría, su boca no soportaría algo mínimamente caliente.

- Es extraño, de veras muy extraño, esto que siento - Decia, aparentemente hablándole a su moto sin esperar una respuesta - Hace unos días que encontré el cinturón de Faiz, al principio, no sentí que fuera correcto usarlo, pero, cuando ví que podía salvar vidas con él, me sentí, de alguna manera realizado, protegía a la gente de esos monstruos de arena, como todo un héroe.

En ese momento, el chico comenzó a mirar al suelo.

- Pero, como hubiera sabido... que, esas criaturas se trataban también de personas, gente que falleció y se convirtió en eso, si lo hubiera sabido, jamás me hubiera quedado con ese cinturón, jamás hubiera aceptado en convertirme en Faiz.

Puso su cabeza sobre sus rodillas, mientras botaba unas cuantas lágrimas.

- Debí haberme quedado en la casa de mis familiares, con todos ellos quejándose de que no hacía nada con mi vida, era mucho mejor que a, ser un asesino que se cree héroe.

Se quedó así unos minutos en silencio, recordando a su familia, hasta que se calmo, y se tomó toda la bebida en lata que tenía.

- Bueno, creo que se lo que hay que hacer, tengo que deshacerme del cinto, solo así evitaré dañar a más gente, y que otra alma desafortunada no la encuentre, luego tendré que despedirme de esta ciudad - Dijo con mucha tristeza y determinación, mientras miraba al cielo.