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Bueno, Diosito si sabe

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Bueno, Diosito si sabe.

Y esto fue lo que ocurrió.

Mientras que Jeon se la pasaba resolviendo el bendito ejercicio, Jimin buscaba vasos para poder llevarlo junto a la limonada que había encontrado en la nevera.

Al buscar en la repisa y encontrarlo, quiso bajarlos, pero su estatura no ayudaba mucho. Es por eso que se estiro lo más que pudo aún sin lograrlo.

Pero de repente vio como una mano sobre la suya bajaba aquellos vasos.

Era Eunwoo.

— Creo que necesitabas un poco de ayuda... — Sonrió viéndolo.

— Si-i. — Dijo rojo al tenerlo tan cerca.

— ¿Qué me hiciste Jimin? — Susurró viéndolo a los ojos.

— Te preste mis cuadernos ¿No? — Respondió totalmente nervioso.

— Eres tan lindo... — Rió por lo dicho. — Agradezco haberme transferido aquí. —

— ¿Por qué? — Dijo viéndolo.

— Porque te conocí... Y me gustas, mucho. — Acaricio su mejilla para acercarlo y querer besarlo.

Querer, porque no pudo el pobre.

Jeon inmediatamente lo agarro del cuello de su camiseta para estironearlo y darle un golpe en su rostro.

— ¡No te le vuelvas acercar nunca más en tu vida! ¿Escuchaste? — Lo miro tirado en el suelo.

— ¡Dios Jungkook! ¿Qué mierda te ocurre? — Grito para ayudar al chico. — ¿Estás bien? —

— Sí Mimi, no te preocupes. — Se limpio la sangre que corría por su labio.

— ¿Te preocupas por este idiota? ¡Lo conoces hace una horas!— Grito furioso.

— ¡El es mucho más hombre que tu! ¡El si se preocupa por mi, no como tu! ¡Tu te la has pasado molestándome y burlándote de mi! — Dijo casi llorando.

— Jimin yo-

— ¡Vete! No me importa si me sancionan, ya no quiero seguir siendo tu tutor. — Lo miro enojado.

— Frutillita por favor hablemos. — Suspiro con miedo.

— ¡Que te vayas! No quiero estar junto a ti nunca más, ve y sigue con tu profesora de mierda, que ella te siga dando sus clases privadas. — Soltó herido.

— ¿Nos viste? — Preguntó rápidamente.

— Me das asco. — Lo miro por última vez para llevar a Eunwoo a su habitación.

— Jimin, me gustas...

Esta última frase lo dijo al aire, ya que su peli rojo no se encontraba enfrente suyo. Se había ido a curar al niñito ese.

Pero no se rendiría, quizás en un principio quiso jugar con Park, pero ahora no pensaba en otra cosa más que en robarse su corazón para poder amarlo libremente.

Sin mentiras, sin engaños.

Amarlo como Park Jimin se lo merece.

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𝖫𝖺𝖻𝗂𝗈𝗌 𝖱𝗈𝗃𝗈𝗌 ✗ [𝖪𝗈𝗈𝗄𝗆𝗂𝗇]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora