0.9

5K 532 45
                                    

— Ya que pronto vendrán los exámenes finales, podríamos empezar desde hoy

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Ya que pronto vendrán los exámenes finales, podríamos empezar desde hoy. ¿Te parece? — Dijo Park.

— Como sea. — Dijo sin verlo.

— ¿En tu casa o en la mía? — Pregunto sacando su cuaderno.

— En la tuya. — Tomó de su jugo de plátano.

— Bien, hoy a las 3:00pm en esta dirección, no faltes o no llegues tarde, los temas son largos. — Le entrego un papel con su dirección escrita.

— Te haré conocer otra cosa más larga. — Susurro tomando el papel.

— ¿Dijiste algo?— Lo miro distraído.

— ¿Qué cuántos temas son?—

— Mmm. — Se puso a recordar. — Contando con lo de hoy, serían seis temas. —

— ¿¡Seis!? — Abrió los ojos sorprendido.

— Sí, espero que tengas al menos apuntes. — Lo miro para irse.

— Tengo algo mucho mejor querido Jimin. — Sonrió viendo el trasero de su ahora tutor. — Nada mal...—

— ¿Enserio no quieres que los acompañe? Ese idiota podría hacerte algo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Enserio no quieres que los acompañe? Ese idiota podría hacerte algo. — Hablo el castaño preocupado por su amigo.

— Estaré bien Tae, además tu tienes tu primera cita con Hoseok. — Sonrió.

— Lo sé, pero es que no quiero que te haga daño. — Sonrió avergonzado.

— Sé defenderme, además ¿Qué podría hacerme? Solo irá a usar su cerebro, nada más. —

— Bien, pero si se pasa de listo me llamas y le daré otra paliza.—

¿Qué podría pasar? Solo estaría con un chico malcriado, egocéntrico y musculoso.

Es así que transcurrió la mañana llena de clases, para luego dar la hora de encuentro entre Park y Jeon.

Exactamente las 3:05 y Jeon no aparecía. ¿Acaso no conocía la puntualidad?

Solo esperaría cinco minutos más y volvería a realizar sus actividades, no desperdiciaria su valioso tiempo por un idiota.

Jimin miraba su reloj contando los segundos afuera de su casa.

— Bien, creo que le tendré que decir al di-

El sonido de una motocicleta lo desconcertó. Era Jeon claramente.

— Llegas tarde. — Le mostró su reloj.

— Lo importante es que llegue, deja de sermonearme y entremos a tu casa. — Paso por el lado de Park para entrar a la casa como perro por su casa.

— Hey, no te dije que podías-

— ¿Dónde está tu habitación? — Miro cada rincón de aquella casa.

— Te daré las clases en la sala, ni sueñes con pisar mi habitación. — Lo miro molesto.

— Yo creo que la cama sería mejor, para que entre fácilmente. — Miro fijamente a su presa.

— ¿Entra-ar? — Pregunto nervioso.

Sí, por primera vez Park se ponía nervioso por estar con un chico. Y lo peor era que este idiota al parecer estaba jugando con la mente del peli rojo.

— Sí, al principio quizás se me dificulte por lo chiquito y estrecho que este... — Se fue acercando a Park.

— Aleja-ate. — Pidió retrocediendo.

— ¿No te gustaría averiguarlo? — Sonrió.

— ¿Averiguar qué? — Se sonrojo.

— Averiguar que tan difícil sería que logres meter tanta información en mi pequeño y estrecho cerebro.— Se sentó en el sillón. — ¿De qué pensabas que estaba hablando? — Sonrió.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


𝖫𝖺𝖻𝗂𝗈𝗌 𝖱𝗈𝗃𝗈𝗌 ✗ [𝖪𝗈𝗈𝗄𝗆𝗂𝗇]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora