Sólo Yo

Cap I Mil miradas

Era el primer día de clases, Alma se levantó tarde, olvidó por completo poner la alarma. Corrió al baño y salió en menos de 3 minutos. Se puso el uniforme, se hizo una cola con un lazo azul a un lado.

-Puta vida que tarde es!- bajo las escaleras como un torpedo.

Fue a la cocina, se trago el desayuno de un zarpazo.

-No comas tan pronto Alma, te vas a ensuciar y hoy es el primer día de clases -le dijo su madre.

-Si ya se mamá. - Se limpió tomó todas sus cosas y se fue, no sin antes darle un beso a su madre.

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Hola Alma, cómo estas?, dijo Bryan, el mejor amigo de Alma.

-Solo existo- se limitó a decir ella, el no dijo nada y siguieron hasta la Escuela secundaria James Davison, a 6 calles de la casa de Alma.

-Nos vemos en la verja amarilla, en el recreo, trata de no hablar con nadie que se vea sospechoso.

-Esta bien.

-Alma, sabes donde esta tu aula?

-Si, si, no te preocupes, vete tranquilo Ian. - Así le dice alma como diminutivo de su nombre.

-Ok! Recuerda, en la verja amarilla.

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-Mierda, que tarde es, y no se cual aula me toca. - Buscó por los pasillo no había nadie, de repente vio a un joven en una es quina y fue hacia él un poco tímida:

-¿Sabes donde esta el aula 05-C?

El la miro como si fuera un bicho raro.

-Pierdete estúpida, no vez que intento escapar?

-Lo-lo siento, yo no quería...

-Que?

-Nada.

Se alejo de prisa con hormigueo en las manos, luego de dar un par de vueltas encontró el aula, entró de repente y tropezó cuando vio a 50 estudiantes mirándola, se sintió acosada, sintió un nudo en la garganta, ella no se percató de un peldaño que estaba frente a sus pies, el piso era de granito, con un nivel que en ese momento no sirvió para nada más que para hacer tropezar a Alma.

De repente, se escuchaban los murmullos, risas y miradas acosadoras de los demás estudiantes, ella se quedó por unos segundos mirando el panorama, preguntándose por que carajos su madre tuvo que meterla en este colegio.

-Mierda, mierda,joder! Para que rayos esta este peldaño! Estúpido piso, estúpidos estudiantes, estúpido colegio- No paraba de decirlo, mientras intentaba hacer algún movimiento, pero su cuerpo no se movía.

-Levantese señorita.

La voz de un hombre se escuchó, era el maestro.

-Estas horas no son las de llegar a clase.

Alma se levantó de prisa, y se sacudió la falda.

-Sí señor, Disculpe, solo fue que me perdí buscando el aula, soy nueva y...

-No me de explicaciones, solo tome asiento, y haga silencio, nos interrumpió mientras pasaba la lista.

Ella camino de prisa, solo vio a todos los estudiantes, mirándole hasta la sombra, vio un lugar en las ultimas filas, fue y se sentó.

-Prosigamos, número 16, María de los Ángeles, número 17...

Alma bajó la cabeza y trató de olvidar todos esos ojos, se sentía como si se le desplomo todo.

Era el primer día de clases y ya había hecho el ridículo, había llamado la atención de todos, ahora era flanco de las burlas de todo el mundo.