Cap VII Sentido

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Alma y Simón comieron fuera de casa ese día, tenían mucho tiempo sin compartir ellos dos solos como hermanos.

Simón vio que su hermanita ya no era una niñita, pensó que sería bueno decirle cosas valiosas de vez en cuando...

-Alma...

-Si?

-Disculpa, se que estuvo mal que cerrara el teléfono mientras tú estabas hablando. Espero que tú entiendas que no quiero que hagas el ridículo.

-Bien, la próxima vez solo me dices que cuelgue, yo buscaré una excusa.

- No quiero que cuelgues cuando todo parece irse fuera de tu control, quiero que sepas tomar el control de las cosas, Alma... Ya no eres una niña.

*********
Simón va llegando a la entrada de la casa, alma va entretenida escuchando música y cantando como loca, el se animó durante el viaje, y los dos cantaron juntos como en los viejos tiempos.

De repente se ve a un chico sentado en las escaleras.

-¿Ese no es Bryan?

Alma se fijó bien y si era el, ya eran las 6:30 de la tarde y estaba ahí esperando.

-Dejame aquí iré a ver que le pasa.

Simón detuvo el carro y alma corrió a verlo, y de repente comenzaron a caer algunas gotas de lluvia.

-¿Bryan?

El la miró como si fuera la primera persona que vio en años.

-Alma, llevo horas esperando, pensé que te habías enojado conmigo y por eso colgaste.

-No fue nada solo fue q...

Bryan no esperó ni un segundo más y la abrazó fuerte.

-Te quiero mucho hermanita, no te enojes conmigo... Te prometo que seré mejor contigo ¿Vale?

Alma lo miró y sintió que ese fue el abrazo más sincero que recibió en años.

-Esta bien Ian, ya no estoy molesta, también te quiero.

Bryan sintió algo más que quererla cuando escucho sus palabras y sintió un frágil beso en sus mejillas.

-Tengo que ponerme de puntitas para alcanzar tu mejilla.

El sonrió y la miro con tanta ternura.

-Puedo bajar si así lo quieres.

Alma miro sus ojos y sintió la sinceridad de sus palabras, se ruborizó y miro a un lado buscando algo más que ver que no fueran esos ojos color miel que con tanta ternura la miraban.

-Creo que deberíamos entrar a casa Ian, está lloviendo fuerte - dijo Alma sin dejar de abrazarlo.

Entonces Simón apareció con un paraguas.

-Adentro está seco. Así tendrán espacio para sus cursilerías y no pillaran un resfriado.

Ellos dejaron de abrazarse de golpe y con cara de apenados, tomaron el paraguas.

-Es que tenía tiempo sin abrazar a mi hermanita- dijo Ian para romper el hielo.

Simón lo fulminó con la mirada.

-Sí, claro. Ven Alma, aquí está tu abrigo.

Alma fue y tomó el abrigo y entro con su hermano.

Ian aterrizó en la realidad: -¿Que coños estoy haciendo? Esto fue estúpido, ahora Simón pensara que me gusta su hermanita. ¡¡Bien hecho Bryan!! La cagaste.

**************
Para nuevos lectores: Ian y Alma son amigos casi "hermanos", claro que eso podría variar .

Después de meses volví a retomar la historia, espero que les guste el capítulo. Prometo terminarla *-*

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