12.2

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Los árboles y flores de cerezo son una de las cosas que más podría disfrutar ver caer por un periodo de tiempo extenso; al compás del brillo lunar y el oscuro de la noche, creando ondulaciones en el lago que apreciaba con cada nuevo pétalo llenando su camino con el viento. Pero ahora se deba cuenta que, incluso con toda esa belleza que había admirado cada una de las tardes, después de sus tardes siendo aún un estudiante, amante de la vida y fiel seguidor de los sueños, sabía a la perfección que incluso a ese espectacular le hacía falta la belleza del perfil que lo tenía tan embelesado.

Del otro lado de la escena, TaeHyung se sentía —por decir poco— bastante ansioso con el peso de su mirar encima suyo que lo hacía cuestionarse hasta su propia existencia.

Habían terminado llegando a un prado con un pequeño lago y puente de manera por en medio que, incluso de noche, era preciso y reconfortante. Por lo alto de la hierba podía notarse el poco contacto humano que llegaba a haber, y eso lo hacía sentirse... extraño, como si fuera una especie de invasor inadecuado.

—¿Dónde estamos? —Se animó a decir, pues algo tenía qué hacer para que JungKook dejara de verlo justo como lo hacía, acción que ponía sus pensamientos de cabeza.

—Podríamos decir que es como mi lugar especial y secreto —dijo—. Aquí vengo cuando estoy muy presionado o simplemente aburrido, para despejar la mente siempre es bueno la naturaleza, y este es el lugar ideal.

—Lo entiendo, es bonito, ¿cómo lo conociste?

Soltó un suspiro pesado. Lo recordaba como su hubiera sido ayer... Ay no, pensó como un viejo, si se enterara su padre, se reiría de él.

—Encontré este lugar hace muchos años, cuando todavía estaba en la universidad. —JungKook soltó una carcajada—. Sé que ya es mucho tiempo de eso, pero desde entonces no puedo dejar de venir aquí, y pronto descubrí que no cualquiera conoce este lugar, bastante escondido entre los árboles parece lógico... tal vez por eso me llenó de encanto porque fue como si me apropiara de este lugar, aunque todos lo deberían de conocer.

TaeHyung sonrió leve. Le gustaba escuchar hablar a JungKook, y mucho. La mayoría del tiempo parecía odiar a medio mundo, pero con ese hombre había una gran excepción—. Se ve que te gusta mucho.

—¿Sabes cuál es mi secreto? —TaeHyung negó, se apoyó en el barandal de madera del puente, a lo cual le siguió JungKook. Ninguno de los dos se percató que habían acortado la distancia—. Jamás quise traer a nadie aquí. Este lugar tiene un espacio especial en mi corazón, y algo así de grande no quería compartirlo con nadie, por muy importante que fuese en mi vida; este lugar sólo sería mío.

TaeHyung parpadeó, totalmente confundido.

—¿Entonces...?

—¿Por qué te traje a ti? —Le completó JungKook, esbozando una sonrisa al ver el rostro confundido de TaeHyung—. No lo sé, eso quisiera preguntarte. ¿Qué me hiciste para hacerme cambiar de opinión?

A TaeHyung se le cortó la respiración, ¿estaba entendiendo lo que quería entender o en serio JungKook le estaba explícitamente diciendo que...?

—Yo... —tibuteó unos segundos. ¿Qué se supone que le diría? ¿Que le gustaba? ¿Que le encantaba? ¿Que quería abrazarlo? ¿Complacerlo? ¿DARLE DARLE TODA SU TERNURAAAA?

Maldición, ni siquiera en momentos importantes podía ser serio y dejar las referencias de Shrek.

—Tae, sé que te dije que te quería para una cosa. —Kim despabiló, borrando sus tontos pensamientos. Prestó atención a JungKook, aunque tenía miedo de lo que pudiera decir—. Pero la verdad es que yo no sabía cómo decirte que quería conocerte para algo más cuando dijiste que no estaba interesado realmente. —Abrió los ojos con impresión. ¿Eso había dicho?—. Tal vez no fue lo mejor, pero me pareciste tan lindo, desde el primer momento, que...

—¿Qué...?

—¿Cómo te explicaba que desde un principio yo te quise y no para algo ocasional? Sé que parece una locura, pero desde el primer momento tú me demostraste...

—¿Ser un chiquillo sin madures y prudencia? —TaeHyung rio sin gracia. Ellos tenían poca historia, y sinceramente no era para nada romántica. ¿Cómo podía venir y decirle eso entonces?—. Sí, lo que todo el mundo desea tener, ¿no?

A pesar de ello, JungKook pareció más divertido que preocupado con su suposición. No, no pensaba lo mismo.

—Si te vieras como yo, te darías cuenta de que eres mucho más de lo que crees.

Segundos que parecían minutos: eso fue lo que los abrumó después de tales palabras, pero ambos estaban tan absortos en sus pensares que ni siquiera se percataron del pasar del tiempo, hasta que tal vez TaeHyung comenzó a ponerse más nervioso de lo normal, y su corazón atontado le decía que la conversación no tenía por qué terminar así.

—TaeHyung, ya no tengo edad para andarme con rodeos, pero he tratado de ser paciente con respecto a ti, porque quiero que esto en verdad funcione, pero... quisiera primero saber qué piensas sobre esto.

—¿Sobre qué, exactamente? —Mostró su especialidad: hacerse el tonto.

—En la posibilidad de estar juntos.

Si no había sido demasiado directo, ahora no tenía dudas: no era el único en sentirse así de bien estando juntos. Era poco tiempo, pocas las palabras y lo que fuera, ¿pero entonces qué significado le daba al galope de su corazón teniéndolo tan cerca? ¿En serio JungKook podía buscarlo para una... relación así como la que siempre quiso?

Tenía que ser un jodido sueño, no había más explicaciones para ello.

—¿Entonces?

¿O sí?

¿O sí?

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Go Daddy! | ᵏᵒᵒᵏᵗᵃᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora