T/n no es una chica común y corriente, ella al igual que la mayoría de las personas tiene poderes, este hecho ha llevado a la sociedad a tomar medidas para que no hagan mal uso de estos.
Cierto día T/n ingresa a la escuela, la UA, donde tendrá que...
Eran las 9:00 am del día siguiente mientras daba un paseo matutino, meditaba sobre lo que pasaría de ahora en adelante, y sobre todos los preparativos que quedaban por delante para volver a casa, si, a casa, ya que el lugar en donde me encontraba fue mi hogar la mayoría de mi vida, desde esa noche donde perdí lo que más amaba.
Un ruido me devolvió a la realidad.
-¿Ya está todo listo Naru?- dije con completa serenidad.
- Ya está todo listo, solo esperamos su orden- dijo poniéndose a la par mía.
- Está bien...- Lo mire detenidamente y el me miró extrañado por mi reacción.
- Sucede algo señorita- Me acerque y pare de pinturas con el ceño fruncido cerca de su rostro.
-¿Por qué demonios estás más alto?- dije irritada y con un puchero.
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El me miró sorprendido y me respondió con una risa, me miró para después acercarse un poco haciendo que perdiera el equilibrio y diera un pasó hacia atrás.
-Señorita, se ha descuidado- dijo aún cerca de mi.
-¿Descuidado?- dije confundida.
-Si- note su mirada sobre mis labios- debería humectar sus labios o si no se resecaran más- dijo alejándose con una sonrisa.
¿Tenía los labios resecos? Pase mis dedos sobre mis labios y efectivamente estaban un poco secos
-Tienes razón, gracias por decirme.
Naru solo suspiro un poco ruborizado y con una expresión levemente decepcionado.
-Aun eres muy pequeña- dijo con ternura.
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- Y muy linda..- me miró con cierto cariño.
- Oye, ¿te estás burlando de mí?- dije un poco irritada- Mejor camina, tenemos mucho que hacer cuando regresemos a Japón.
Naru miró a T/n alejarse entre las flores del jardín con el viento jugando con su cabello. Aunque no lo expresará abiertamente un brillo se notaba en sus ojos cuando estaba a su lado, podía estar en paz, se sentía satisfecho y feliz de poder acompañarla y cuidarla en todo el tiempo que estuvo junto a ella, en especial después de que se conocieron por primera vez, el tendría 7 años y ella 2 años, había cierta diferencia de edad pero a él no le importaba, mientras pudiera cuidar de ella y de su alegría haría lo que estuviera a su alcance.