— HyoMin ven aquí — llamo dulcemente desde afuera, en medio del bosque mi hijo corre mientras estira sus brazos saliendo de la casa. Cuando llega a mis brazos chilla contento. — lo hiciste perfecto, mi niño.Sonrió cuando el niño se aferra a mi cuello, estamos en el jardín en el que alguna vez plante algunas flores con Chanyeol. Ha pasado mucho tiempo, HyoMin ahora tiene dos años y medio siendo un verdadero príncipe.
Durante un periodo no pude estar cerca de mi hijo, prometiendo que nada le lastimaría elimine a cada clan que pensaba que podía rondar en mi territorio, acechando a mi pueblo, hiriéndoles, quitándoles sus esfuerzos y sintiéndose desprotegidos por su rey.
Mi alarma fue HyoMin, mi pobre bebé aún a su edad le cuesta dormir en las noches, tiene pesadillas y llora constantemente, pero es fuerte como su padre y muy orgulloso. Podrá llorar, pero jamás pide ayuda hasta que vuelvo a casa y vuelve hacer un bebé. Sus manos se estiras y pide que lo arrulle, cuando logra sacar toda su frustración logro poder dormirlo entre mis brazos. La ira es fuerte cada que veo el rostro de mi hijo húmedo de haber llorado, mi lobo quiere venganza.
El hombre que desapareció ese día con el collar de mi pareja, volvió en varias ocasiones, ocasiones en las que yo no me encontraba. HyoMin sufrió varios días en ese estado, así que jamás lo volví a dejar solo, no durante las noches lo que ocasionaba que tuviera que usar mi habilidad constantemente, pero jamás me arrepentí. No porque es lo único que tengo de mi pareja.
Para poder avanzar y proteger a mi mayor tesoro, debía soltar. Esa misma noche que prometí alejar todo que pudiera dañar a mi hijo, esa misma noche solté el recuerdo de mi más grande amor. Chanyeol, ese Chanyeol, debía irse. Entre a ese tan temido bosque y junto a ese fantasma camine.
Aun recuerdo su fría mano aferrada a la mía. Su sonrisa ligera y sus brillantes ojos dorados volviéndose más fuertes. Cuando llegamos al frente de la reformada casa, fue cuando por fin lo liberé. Fue ligero cuando susurró antes de partir en llamas como antes, mucho menos llamativo, mucho menos violento, pero igual de doloroso; un suave y cálido "HyoMim le encantaría vivir aquí con nosotros" antes de partir.
Llore y grite de dolor cuando finalmente entendí que cuando se desvaneció esa sonrisa vacía jamás volvería a ver ese recuerdo recorrer el castillo o mirarme desde lejos con sus apagados ojos. Ya no podría aferrarme a que Chanyeol seguí aquí, conmigo, con nuestro bebé pequeño. Ahora, después de que mi lobo se terminará en transformar llorándole a la luna esa noche, fue que entendí que estaba solo y que debía sobre todo proteger a mi hijo y a quiénes aún debía proteger en nombre de Chanyeol.
— ¡pa-pa, pa-pa! — besa mi mejilla trayéndome de mis recuerdos. Sonrió cuando HyoMin me mira con sus brillantes ojos violeta, heredados por mi y sus puntiagudas orejas como su madre. — woff, woff.
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My Alpha: The golden eyes. | KaiYeol |
FanfictionChanyeol está muerto y todos los saben o eso parece. Después de la muerte de Chanyeol, el Rey de Život tiene que volver a continuar su vida aunque está le parezca oscura y triste. Su imperio a caído, pero gracias al sacrificio de su principe este se...