Cuando una guerra se cierne sobre el mundo, la ahora Red She-Hulk, Betty Ross, debe como general responder ante sus acatos militares, pero no desea esta horrible guerra para los jóvenes de su país. Sin embargo, todo parece inevitable, cuando aparece...
Lunella corría por el campo de batalla, sintiendo la presión del aire en sus espaldas queriendo romperle la misma. Un solo soldado era una pieza de maquinaria en toda guerra. Una sola pieza de peón en ajedrez puede matar incluso a la reina, y eso era algo que no se podía desestimar. Es por esa razón que, a diferencia de los chinos, los estadounidenses apenas habían perdido grandes cantidades de soldados en comparación. Aunque también había que señalar, que mientras los chinos eran claros con sus ideales, los aliados se excusaban. No salvaban a sus soldados por gusto; lo hacían por la opinión pública y las oportunidades de ganar. Era preferible un cuerpo vivo que uno inerte, que necesitaría ser costeado para su transporte y entierro. Y ella era de las últimas de su escuadrón, llamada a retonar para ir al fulgor del campo.
Una explosión resonó a sus espaldas, seguida de una pantalla de humo levantada por la eclosión. Fue tan rotunda, que taponó sus oídos por treceava vez en el conflicto. Ella se ocultó detrás de una muralla para empezar a llorar, apenas pudiendo mover las manos y el cuerpo desde donde estaba. Sus oídos ensordecidos ya eran una costumbre a esas alturas, y empezaba a ser curiosamente su único reconfortante. Por un solo instante, todas las metrallas, rayos de plasma, tanques, aviones, explosiones y gritos eran desaparecidos de su mundo. Era como si volviese a la tranquilidad de las oficinas en Estados Unidos. Por eso mismo cerraba los ojos en esos momentos, buscando ignorar todo e ir a su "cielo" personal. Aveces se preguntaba si la muerte será parecida, que si solo había silencio y oscuridad. Sea como sea, Miles a menos no estaba ya en ese infierno. Al recordarlo en ese breve momento, lloró más de lo que ya escurrian sus ojos, y volvió a la realidad al empezar poco a poco escuchar más disparos otra vez. Aún seguía en ese infierno, pensó en sus adentros, y se tuvo que levantar para intentar salir de él lo más pronto posible, aunque solo saliese por muy poco tiempo.
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Sentándose delante de aquella vitrina, como si fuera un espécimen, se paró al verlo con sumo detalle antes de colocar papeleo sobre una mesa. El "Hulk" se mantuvo callado, viendo al hombre abriendo la carpeta y sacando una serie de fotos.
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-Bruce Banner, niño de buenas notas a los 8 años hasta su universidad. Vivió en una familia disfuncional cuyo padre le empezó a abusar hasta llegar a matar a su madre en un arrebato de ira. Desde entonces vivió en familias de acogida, siempre siendo describido como "un niño paciente, amable y honesto".
-¿Dónde sacó eso?- preguntó la criatura, viendo aquel perfil tan descrito.
-De uno de sus archivos de tantos que se hizo con psicológicos en los Avengers. Tenemos varios perfiles, aunque no todos son exactos. No tienes que sorprenderte tanto, al fin y al cabo, no es que se esforzarán en resguardarlos cuando su equipo original fue masacrado hace casi dos décadas, menos cuando los documentos fueron dejados por días en aquella guerra en un almacén susceptibles a ser robado- comentó burlesco, mofándose de él. Tal vez se hubiera molestado tal tono en otras circunstancias, pero en la situación donde estaba, le dio miedo- ¿Sabes? Es extraño. Bruce Banner es todo lo contrario a "Hulk", ¿por qué será?¿por qué necesariamente ese cambio? Quiero decir, pudo salir como la general Betty Ross por ejemplo, o su prima. Pero solo Bruce Banner se convirtió en un hombre enojado y sin razonamiento al alcanzar su límite.
