La princesa Valentina del reino Kuhr ha sido hechizada desde una temprana edad, impidiéndole tener una vida normal. Sus padres decidieron enviarla lejos, a una torre custodiada por un dragón temible, para que un caballero valiente, fuerte y astuto la rescate, le dé un beso y con ello rompa el hechizo. A cambio de su noble labor se ganará la mano de la princesa y el título de príncipe de Kuhr, y próximamente se convertirá en rey.
Sin embargo, Valentina no está muy feliz con encontrarse en esa posición... ni con los términos del acuerdo. Es una aventurera, una chica curiosa que quiere resolver todos los misterios del mundo, que quiere recorrer este, viajar, y más que nada, vivir.
Por ello, cuando cumple los dieciocho años y aún no ha salido de la torre, decide abandonarla: va a salvarse a sí misma. No obstante, la dragona, Juliana, para que su custodiada no se vaya y que con ello no se cumpla la voluntad de los reyes de Kuhr, hace un trato con la princesa: no se enfrentará a la siguiente persona que se aparezca por la torre, sin importar sus habilidades o destrezas.
Pero días después, justo cuando Valentina está a punto de irse, se da cuenta de que no puede. ¿Cómo dejar a Juliana, cómo abandonar a su compañera de tantos años, cómo dejar a la única criatura que ha estado allí para ella? Regresa para decirle adiós debidamente... cuando ocurre otra cosa que cambia sus planes por completo.