Capítulo 1 - "Un lunes no tan de mierda"

598 46 60
                                    

Selever se encontraba dando un corto paseo por la zona, al fin y al cabo, los monitores les habían dejado explorar y él no tenía nada mejor que hacer.

El paisaje era bastante bonito. Había árboles altos por todas partes, y unas casetas muy lindas. El de ojos blancos supuso que cada uno dormiría en una. Y por no hablar de los parques, sentía adrenalina sólo de pensar en montar en alguna cosa de esas. También había hasta un parque acuático, y sus padres le dijeron que también harían excursiones. Lo cierto es que lo de las excursiones le parecía aburrido, pero quizás con un amigo...

Porque al fin y al cabo, iba a estar un mes ahí. Pasarlo sólo sería un tostón. Quizá alguien conocido estaba allí. Buscó con la mirada. Registró todas las caras, pero nada. Ninguna conocida.

Suspiró resignado. Aparte de eso, todos parecían conocer a alguien al menos. Todos menos cierto chico de orejas de gato y pelo gris.

Ese chico estaba sólo, con una expresión de tristeza en la cara. A Selever le dio pena, la verdad era bastante lindo. Parecía como de su edad, unos 15 años. La verdad, a la vista en tercera persona, ambos parecían estar en la misma situación: buscando a alguien conocido o que conocer cuando todos ya se lo estaban pasando bien con alguien.

Selever se lo pensó dos veces, ¿debería ir a hablarle? Al fin y al cabo, parecía querer amigos, pero ¿y si era tímido? ¿y si no se caían bien? Igual sus conocidos tenían razón de que era un maleducado e igual eso no le gustaba al otro... Pero en fin, qué remedio. Era eso o estar solo y quedar como un pringado.

Se acercó a paso lento al de mirada abatida. ¿Él, siendo tímido o estando nervioso por hablar con alguien? Esas vacaciones le iban a afectar...

Selever: H-Hola.

El de pelo gris primero miró hacia atrás, preguntándose si el albino estaba saludando a alguien detrás de él. Al ver que no había nadie, se sonrojó de pura vergüenza y devolvió el saludo con una sonrisa nerviosa. 

Selever sintió mariposas en el estómago al ver esa sonrisa. Supuso que era de puros nervios.

Selever: He visto que estabas sólo, y he pensado que quizás querías algún amigo. Porque, tipo, yo también estoy sólo. M-Me llamo Selever.

Este soltó unas risitas nerviosas.

Kapi: C-Claro, por qué no... Mi nombre es Kapi.

Ambos rieron nerviosamente.

Selever: B-Bueno, ¿Qué cosas te gustan?

Kapi: Eh... videojuegos...

Kapi pensó: "¿Es en serio? ¿Sólo se te ocurre eso?"

Kapi: También me gusta bailar, aunque muchos piensan que eso es de maricas-

Selever: Bah, amo la música en general. No pienso que sea ni para chicos ni para chicas, eso es una gilipollez como una casa.

A Kapi se le iluminaron los ojos.

Kapi: Ah, ¡qué bien!

Selever: Bueno, a mí me gustan los videojuegos y cantar.

Kapi asintió con una sonrisa en la cara. Empezaron a hablar de videojuegos en general y los minutos de explorar se les pasaron volando. Al final, los monitores asignaron una cabaña a cada pareja. Por suerte, las parejas las elegían ellos. Así que ya os podéis imaginar con quién se puso Selever.

En fin, en el primer día sólo hicieron lo que les vino en gana básicamente, pasear, jugar en los parques, pasarse todo en el día en las cabañas  ̶Ch̶a̶p̶a̶n̶d̶o̶  hablando... en fin.

Kapi y Selever estuvieron paseando un rato por el bosque, mientras hablaban de cosas que les gustaban y perdían la timidez poco a poco.

Bueno, pues se dieron de morros contra la timidez y vergüenza cuando vieron que en las cabañas no habían literas o dos camas, sino una sola cama de matrimonio. Si bien Selever era blanco, en el momento de ver ese detalle estaba rojo. Y no hablemos del pobre y tímido Kapi...

En fin, al principio Selever consideró seriamente dormir en el suelo. Pero supuso que Kapi se sentiría mal por él, así que simplemente descartó esa idea.

En fin, se pusieron el pijama y fueron a cenar. El comedor era bastante grande. Se sentaron a una mesa donde habían otros cuatro chicos. Ni les notaron así que sólo hablaron entre ellos. Selever le susurró a Kapi:

Selever: ¡cuando agarremos confianza tenemos que hacer una guerra de comida!

Kapi lo miró medio asustado pero asintió. Selever supuso que simplemente no tenía experiencia con eso de las fiestas.

Ambos rieron. Los otros chicos se los quedaron viendo raro, pero siguieron a lo suyo como si nada. 

Terminaron de cenar. Los monitores les permitieron dar un último paseo nocturno antes de irse a la cama. Y sí, con el pijama puesto y todo salieron a dar un último paseo. De todas maneras, Selever y Kapi estaban exhaustos, así que se quedaron en el merendero. 

Y al final, tuvieron que ir a dormir. Se quedaron viendo primero entre ellos, luego hacia la cama y luego hacia ellos otra vez.

Selever: bueno, supongo que dormiré en el piso.

Dijo, para acto seguido tirarse al suelo.

Kapi: Hey, no digas eso, no es para tanto-

Le tendió una mano para ayudarle a levantarse. Kapi se metió en la cama y durmieron lo más alejados posible. No porque se cayeran mal, sino que por pura timidez.


ᵀᵉ ᶜᵒⁿᵒᶜⁱ ᵉⁿ ᵘⁿ ᶜᵃᵐᵖᵃᵐᵉⁿᵗᵒ ᵈᵉ ᵛᵉʳᵃⁿᵒ // ᴋᴀᴘɪ x ꜱᴇʟᴇᴠᴇʀ (+12) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora