Confesiones (ᴍᴇʀᴏᴅᴇᴀᴅᴏʀᴇs x sᴇᴠᴇʀᴜs sɴᴀᴘᴇ)

6. Lupin (2/2)

El fuerte crujido de la madera resonó con fuerza cuando la bestia subió las escaleras de la vieja choza en ruinas, un gruñido bajo retumbó en su garganta mientras su mano izquierda rasgaba marcas en la pared con sus afiladas garras. Una vez arriba, el lobo se detuvo para olfatear el aire antes de que un gruñido de satisfacción resonara en su pecho. Su compañero está cerca, listo y esperándolo.

Moony siguió el olor hasta el último dormitorio de la casa y abrió la puerta para revelar una habitación polvorienta con una cama doble al otro lado, cubierta con sábanas grises rotas y almohadas hechas trizas. En medio del desastre había un niño, con el cabello largo como un cuervo cayendo alrededor de su rostro mientras se retorcía en la cama vistiendo nada más que una camisa blanca. Los ojos de ónix oscuro se encontraron con los de color ámbar brillante de Lunatico y pareció dejar escapar un suspiro tembloroso mientras su rostro se sonrojaba.

"Alfa."

En un instante, el hombre lobo había cruzado la habitación y estaba en la cama, agachado sobre el chico que tragó saliva antes de estirar las manos y pasarlas por el pelaje gris de la criatura. Podía oler el deseo del chico, casi sentirlo irradiar de su cuerpo incluso cuando cerró las piernas y se mordió el labio. Moony miró a los ojos del mago y, como siempre, no había miedo allí. Este chico nunca tuvo miedo, ni siquiera de él. Pero en lugar de abrasar el odio y la repugnancia, parecían calentarse con un profundo afecto y una ardiente lujuria.

Bajó para oler a su pareja, dejó que su nariz recorriera la piel pálida de su cuello y Snape se estremeció inclinándose hacia el toque del lobo mientras susurraba.

"Por favor, mi alfa".

Moony se movió del cuello del chico a su boca. El Slytherin inclinó la cabeza hacia atrás y abrió mucho la boca. El lobo gruñó suavemente abriendo sus fauces para deslizar su lengua dentro de la boca del pelinegro y el muchacho gimió mientras chupaba el apéndice que envolvía sus brazos alrededor de la espalda del hombre lobo.

Un gruñido de placer salió de la garganta de Lunático, que el chico estaba tan dispuesto y desesperado por dejarlo profanar cada parte de su cuerpo. Incluso rogándole por ello. Sí, este es su compañero.

Podía sentir a Severus frotándose contra su cuerpo peludo, la polla endurecida del mago frotándose contra él con desesperación incluso mientras chupaba y trataba de meter la lengua del lobo más profundamente en su boca. El lobo lo empujó hacia atrás contra la cama, el humano jadeó solo para detenerse cuando Moony dejó escapar un ladrido agudo. Miró hacia abajo, observó con los ojos muy abiertos cómo la gruesa polla rosada del lobo salía de su vaina. El bulbo redondo de su nudo ya se ensanchaba y rápidamente se dio la vuelta sobre sus manos y rodillas, levantando su trasero en el aire y abriendo sus piernas. Incluso se inclinó sobre su cabeza mientras estiraba ambas manos hacia atrás para separar sus mejillas y exponer su agujero rosado.

"Alfa, por favor". Gimió una vez más. Moony no necesitó que se lo dijeran dos veces mientras avanzaba y le daba una breve lamida al fruncido agujero. Complacido cuando inmediatamente se contrajo ante sus atenciones antes de hundir su lengua dentro y ganar un grito del Pocionista que se movió un poco hacia atrás para tratar de obtener más.

"Alfa."

La áspera lengua dentro de él se movió y se arremolinó, lamiendo la cavidad del mago y babeando saliva que corría por los muslos de Severus. El Slytherin gimió profundamente aún moviéndose hacia atrás para seguir esa lengua que hizo que un hormigueo bailara a lo largo de su columna.

"Alfa. Oh sí, por favor más." Suplicó y Lunático pudo sentir el agujero del de ojos ónix cerrándose alrededor de su lengua. Su propia polla exigía atención, así que sacó la lengua del agujero y luego se colocó sobre el mago, su peludo pecho cubrió la espalda del pelinegro como una manta caliente mientras apoyaba las patas contra la pared y movía su polla hacia la entrada de Snape.