—Así que decidiste regresar.
Touya ni siquiera se dignó a contestar. Puso los ojos en blanco, como era de esperar ante la actitud de Geten, y acortó la distancia que los separaba. La escena frente a ellos era diferente a la de otros días: estaban en una colina verde y, a lo lejos, podía ver un par de siluetas.
—¿Qué?— preguntó Touya mientras observaba el sueño que, hasta ese momento, se veía bastante normal si lo comparaba con otros. —¿Nada de extravagancia por las costas o minimalismo por los suelos?
Geten río por lo bajo, lo que llamó la atención de Touya. Aunque no eran más de tres meses, sentía como si hubiesen pasado años desde la última vez que lo escuchó reír.
—No, Dabi, nada de alegorías ni piezas surrealistas el día de hoy.
—Menos mal, porque comienzan a volverse aburridas.
—Si tú lo dices.
Touya volvió a quedarse en silencio. A diferencia de la última vez que estuvo en el sueño de Geten, este silencio no se sentía pesado. Era más parecido a cuando lo visitaba en su habitación, acostumbrado ahora al silencio, a la quietud que se respiraba mientras estaban juntos.
—Por cierto, ¿cómo hiciste para entrar en mis sueños?— preguntó Geten.
—Con cuentos de fantasía y algunos hilos...
Geten negó con la cabeza, aunque una sonrisa apareció en su rostro.
—¿Por qué no me sorprende?
La respuesta de Touya fue otra pregunta:
—¿Hace cuánto sabes qué he estado entrando a tus sueños?
—Desde la primera vez.
Touya frunció el ceño y estuvo a punto de soltar una maldición, pero se detuvo antes de hacerlo. Ya era extraño que Geten estuviera tan cooperativo con sus respuestas, no quería arriesgarse a que volviera a optar por el mutismo.
—No podía hablarte.— dijo Geten de pronto.
—¿Qué?
—Sabía que estabas ahí y escuchaba tu voz, no con claridad, pero lo suficiente como para saber que intentabas hablar conmigo, aunque nunca logré entender lo que querías decirme.— Geten se giró para verlo. —¿Por qué puedo hacerlo ahora?
Por más que Touya tratase de asimilarlo mirarlo a los ojos se sentía tan extraño, cada vez más nostálgico, con más ganas de quedarse así durante más tiempo.
—Quizá fue por la distancia.
—¿Estabas en tu casa, las primeras veces?— Touya asintió. —¿Y ahora?
—En la habitación de al lado.
Touya se percató del silencio que lo rodeaba y levantó la mirada para ver si Geten seguía ahí. Y sí, el continuaba de pie, a su lado, solo que lo veía con una expresión que Touya no supo cómo interpretar.
—¿Qué?
Geten continuó mirándolo de esa forma extraña y Touya comenzó a incomodarse.
—¿En la habitación junto a la mía?
El Todoroki asintió y rápidamente pudo notar como el rostro de Geten enrojecía por la vergüenza.
—¿Cómo llegaste ahí?— preguntó Geten desviando su mirada. Touya lo miro devuelta esperando algún otro tipo de reacción por parte del modelo.
—Toga.— murmuró Touya.
Geten suspiro dejando salir una pequeña risa espontánea que intentó disimular cubriéndose la boca con una mano.
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Las cartas de mis sueños.
Fanfic[DabiGeten] Geten permanece en un profundo sueño desde que se puso a pensar en todo lo ocurrido con su vida, desde su mera existencia, hasta lo que estaba a punto de que hacer para un futuro y la idealización de alguna día poder vivir como una perso...