Descubrir que tuviste Un Hijo después de cruzar a Omega

Capítulo 93

        Cuando Xue Zhong salió por fin de la comisaría y regresó a la residencia Ji, Ji Heng estaba regando las flores.

        Recientemente, había empezado a cultivar su cuerpo y su alma, criando flores y peces, y jugando de vez en cuando al ajedrez consigo mismo, sentado todo el día.

        "He vuelto". Dijo Ji Heng sin mirar atrás.

        "Sí". Xue Zhong se quitó la chaqueta y se la entregó a la criada para que se la llevara.

        Puso una mano contra sus gafas y caminó tranquilamente al lado de Ji Heng, observando cómo regaba las flores, y al cabo de un rato extendió repentinamente la mano y cogió la muñeca de Ji Heng, tirando de ella hacia un lado con una ligera fuerza. "Cambia la maceta, las raíces se pudrirán si la vuelves a regar".

        "¿Aún sabes cómo criar flores?"

        Ji Heng tiró de las comisuras de los labios y cambió de verdad la olla: "¿Has visto a alguien? ¿Cómo está?"

        Xue Zhong sonrió: "No tiene nada que mencionar".

        "Por supuesto que tengo que mencionarlo".

        Ji Heng bajó los ojos, su profunda mirada se ocultaba tras sus ojos ligeramente caídos, su voz era suave pero sus palabras eran contundentes, "¿Sabe lo de nuestro matrimonio?"

        Las pestañas de Xue Zhong parpadearon ligeramente y no dijo nada.

        Ji Heng miró el agua que rebosaba en la maceta y continuó: "¿Sabes que su mejor amigo vendrá a ser mi testigo?".

        "Dejó la tetera y se volvió para mirar fijamente a los ojos de Xue Zhong, tan cerca que podían sentir el cálido aliento del otro. Susurró: "¿Sabes que estoy embarazada?"

        Xue Zhong, la boda, el bebé.

        Las cosas que Xie Yuxing más quería, pero que no podía tener, las tenía todas.

        "¿Sabe que su cuñada, que lo crió, vendrá a mi boda?"

        "¿Sabe que todos sus compañeros han sido invitados también?"

        No sólo el único amigo de Xie Yuxing, Ji Yu, sino también sus familiares y sus compañeros de clase fueron invitados por él a su boda.

        Sus hombres, sus parientes, sus amigos, todos estaban detrás de él.

        Él, por el contrario, sólo tenía la prisión de hierro vacía como compañía.

        Las comisuras de su boca se volvieron involuntariamente hacia arriba, la excitación se extendió desde su cerebro hasta sus extremidades.

        Ji Heng sonrió, sus ojos brillaban mientras miraba a Xue Zhong. Quería ver el dolor, la tristeza, el tormento en su cara, pero no importaba cómo mirara, Xue Zhong siempre tenía la misma sonrisa decente de siempre.

        Solía pensar que un Alfa así era genial.

        No importaba lo que se encontrara, siempre podía sonreír con ligereza, guapo y de alto vuelo, y su padre era igual, capaz de hacer desaparecer a su familia con una sonrisa.

        Así que la sonrisa de Xue Zhong era algo que siempre le gustaba.

        Pero ahora ......

        De repente ya no le gustaba tanto.

        El anillo de diamantes en el dedo anular brillaba: "Un diamante tan grande, es difícil que no lo sepa".