Capítulo 52

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        Ji Yu levantó la vista y se encontró con los ojos de He Zu.

        Los dos se miraron, sin poder hablar durante un rato.

        El nudo en la garganta de He Zu se agitó y se retorció, y de repente se inclinó y dijo al teléfono: "¿Dónde están las pruebas?".

        La persona al otro lado de la línea respondió: "¿No ha leído la información que le han dado? Después de todo, ¿cómo pueden coincidir los genes de un humano normal con los de un animal no idéntico?"

        "Además, si Ji Yu hubiera sido marcado a fondo por otra persona antes y hubiera concebido, sería imposible que su mente y su cuerpo te aceptaran de nuevo, incluso si fueras cien por ciento compatible sería inútil, y mucho menos el coito, el mero contacto íntimo le causaría mucho dolor".

        "Y además, si alguna vez hubiera lavado la marca, entonces habría dejado un desastres, cosa que no pasó".

        "Entonces, el pequeño universo es tu hijo".

        Tras unos segundos de silencio sepulcral, se oyó un fuerte "bang" y la mesita de cristal de la habitación se rompió.

        De repente, He Zu apretó los dientes y caminó de un lado a otro de la habitación como un animal atrapado y furioso.

        Se revolvió el pelo y, cuando se dio la vuelta, agarró el teléfono de la mano de Ji Yu: "¡Entonces vas a ver cómo lo malinterpreto! ¡¿Verlo morir?!"

        "¡Lo sabes todo! Lo sabes todo".

        "¿No lo vigiló Xie Yuxing? ¿Qué? ¿No es Xie Yuxing quien mejor conoce su situación? ¿Lo viste morir y ni siquiera pensaste en llamarme? ¿Dime la verdad?"

        El llanto del bebé se desbordó.

        La voz de He Zu bajó, su voz elevada bajó, su pecho subió y bajó, y miró el pequeño bulto en la cama con una expresión complicada.

        Ji Yu se acercó corriendo y cogió primero al pequeño universo, acariciándolo y engatusándolo con la boca.

        He Zu también se acercó a la cama.

        No oyó la voz en el teléfono, y todo lo que pudo ver fue el pequeño universo acurrucado en los brazos de Ji Yu, ahogándose en sus lágrimas.

        Sus ojos recorrieron la cara roja del niño que lloraba hasta la cola blanca y plateada.

        La mano que colgaba de su costado se apretó con fuerza mientras He Zu contenía su ira: "¿Dónde está Ji Yuan Sheng?".

        "El no está en el país".

        "Se fue de  allí tan pronto como ocurrió".

        He Zu respiró profundamente: "Lo sé".

        Ji Yu acercó la mano de He Zu al teléfono: "¿Qué hacemos si hay una mutación? ¿Hay un antídoto o algo así?"

        "Que yo sepa, no".

        "¿Cómo es que no lo hay?"

        Ji Yu arrugó el ceño: "¿Y si hay una avería?".

        "No estoy seguro de eso".

        Ji Yu volvió a preguntar: "Además, he visto la información, ¿por qué el pequeño universo coincidiría con un dragón? ¿Dónde hay dragones en este mundo?"

Descubrir que tuviste Un Hijo después de cruzar a  OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora