Par de adolescentes se encontraban en los pasillos de la preparatoria discutiendo sobre el último parcial para alcanzar el promedio de beca, llevaban faldas de corte recto azul marino, camisas blancas, corbata a juego y sus chalecos iban sueltos (acción que iba en contra del código de etiqueta de la preparatoria Santa Marta)
Esperaban ansiosas a que el profesor quedara sólo para entrar a reclamarle, bueno, a declararle su total desacuerdo en cuanto a las notas, o por lo menos ese era el plan de Angélica.
—Cálmate Angélica, por lo menos pasaste el parcial. —alentaba su mejor amiga Diana— ¡Relájate!
—No Diana, ¿cómo carajos pasó?, tú sacaste un 9, ¡y me copiaste todo!. En cuanto entre ‘El Profe’ lo mando a la chingada. No voy a decirle a mi papi que saqué un 7 porque al profesor caliente le da la gana
—¿No le tienes que decir a tu papá nada, solo esfuérzate más vale...?
—¿Esforzarme más? —gritó Angélica atrayendo la mirada de compañeros que se encontraban en los pasillos y en seguida susurró: —esfuérzate tú y deja de copiarme Diana, en cuanto salgan esos dos que faltan por la entrega del parcial, entraré yo. Tú te quedas acá y no dejes que nadie entre.
—¿Pero no le vas a decir que te copié? —preguntó Diana un tanto nerviosa.
—No, le voy a decir que me haga el parcial oral y así sacaré un 10. —sonrió Angélica al instante, nada podía fallar.
El profesor era muy condescendiente con sus alumnos, seguro aceptaría hacer una prueba oral para comprobar el esfuerzo de Angélica.
Las amigas se quedaron observando a su profesor: barba y lentes, brazos y esas manos… "yo si me dejaba nalguear del profe caliente" pensó Diana fugazmente. El profesor con pantalón de vestir y una camisa blanca, siempre se vestía muy bien: "no es lo que lleva, es donde lo lleva puesto... cálmate Angélica"
—Esfuércense más chicos, para el próximo parcial quiero notas más altas, pueden lograrlo. —El profe motivó a sus alumnos mientras recogía sus cosas, momento que uso Angélica para adentrarse al aula al momento que los alumnos restantes salían con un "sí, profesor" en coro.
Diana cerró la puerta y se plantó afuera a resguardar a su mejor amiga… "Saqué un 9 gracias a ella, voy a cuidar bien esta puerta" pensó Diana.
—Emmm ¡Hola profesor! —dijo Angélica llegando por detrás.
—Angie. —dijo el profesor con familiaridad, gracias a ese aspecto sus alumnos sentían una cierta cercanía a él.
—Disculpe la molestia, se que debe estar preparándose para su próxima clase, pero esto será rápido. —sonrió Angélica tímida, esperando alguna señal para continuar... pero nada. El Profe la miraba fijamente como se mira a un lorito hablar por primera vez. —No estoy conforme con mi 7 en el parcial de literatura, esto me baja el promedio y sabe que tengo que mantenerlo para poder adquirir la beca.
—Tu beca estará bien. —dijo el profesor cortante, volteando y recogiendo los parciales de alumnos que no habían asistido y entregándoselos a Angélica —¿Podrías etregarlos? No los veo hasta la próxima semana y me gustaría que todos tus compañeros supieran su nota.
Angélica vio desafiante a su profesor el cual observaba sus clavículas, su mirada la recorrió hasta llegar a sus ojos claros.
—¿No podría hacerme un oral rápido y así se daría cuenta de que debería ponerme el 10? —preguntó Angélica con voz sumisa.
