Capítulo 1:Una bala, una dirección, un objetivo

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Aslı Yılmaz

Un grito bastante aturdidor retumbo por toda la casa, el eco chocaba en las paredes y llegaba hasta mi habitación.

Al parecer mi papá no sabe dónde está mi cuarto, así que no me queda más remedio que bajar y dejar la calidez de mi cama. Me levanto algo molesta por el grito, veo que en la esquina de la cama deje mi blusa gris, es una blusa holgada con unas cuantas roturas por el uso, pero es demasiado cómoda y es fin de semana, así que la usare.

Tomo mi pans negro, ato mi cabello que está hecho un lío, me pongo mis tenis blancos y me apresuro a salir.

Mientras bajo las escaleras, puedo sentir de donde vino el grito y entonces, en la curva que se forma en la escalera puedo divisar a mi padre sentado en ese sofá, un sofá familiar forrado de piel de leopardo... es un sofá que yo en lo particular detesto, pero mi padre se siente orgulloso de haber cazado a aquel pobre animal.

-Buenos días Aslı

-Buenos días, papá- le digo mientras un ligero bostezo sale de mi boca.

-Al parecer Ali y tu tuvieron problemas anoche, ¿no es así? - su pregunta me deja algo sorprendida.

-Bueno, si tan solo dejaras de tratarme como una niña y ya no enviaras a tu gato para seguirme, el estaría bastante bien.

- ¡Maldita sea Aslı!, tienes que controlar tu jodido temperamento, a parte, ahorita no estas para andar sola.

- ¿Y desde cuando te preocupa lo que haga?, bien sabes que puedo defenderme, tú te has encargado de que sea lo que soy, me ha costado valerme el respeto de muchos en un lugar tan cerrado como lo es Estambul, no solo ser la hija del gran Aslan me ha mantenido viva.

La expresión de mi padre cambio, sus ojos se achinaron un poco.

Mi padre tiene 49 años, rozando ya los 50, es un hombre alto, sus ojos son de un azul tan hermoso, es como si el océano se reflejara en ellos, su cabello es una combinación de negro y blanco por las canas que le han salido con el paso de los años, a pesar de su edad, mi padre porta varios tatuajes, uno es el que portamos todos los que estamos de su lado, es un círculo con una Y en medio.

Aslan Yılmaz es un hombre imponente, algo robusto, pero en forma y es alguien que podría matarte con solo mirarte, pero conmigo eso ya no funciona, la vida me hizo un poco perra y solo le temo al único que juzga mis acciones allá arriba en el cielo.

-Deberías ponerte un poco mi lugar, eres mi hija y debo procurarte, no quiero que te pase lo que a tu madre.

Auch!, toco una fibra bastante dolorosa, el tema de mi madre es mi talón de Aquiles.

- ¿Cómo mi mamá? - le pregunte ya en un tono irritado y bastante molesto.

-Aslı, yo...-

- ¡NO!, si ella ya no esta es por tu maldita culpa, decidiste meterte en esto y nos arrastrarte a esta mierda, parece que no te pareció suficiente y tu avaricia te cegó- sentí como la sangre me hervía, sentía que respirar me quemaba y que parpadear era bastante pesado, sabía que él hablaba, pero mis oídos se taparon, solo escuchaba un pitido. Alcé mi mano derecha en señal de que no quería escucharlo, me di la vuelta y comencé a caminar en dirección a la puerta principal.

Tome un suéter verde oscuro, dentro estaba mi celular, le mande un mensaje a Ferit y le dije que nos viéramos en nuestro lugar de siempre, tome las llaves de la camioneta gris y me monte en ella.

Todo me parece algo borroso, y es que el sentimiento que cargaba era una mezcla de culpa, rabia y enojo, de pronto escuche su risa, la risa de mi madre... mi mente comenzó a producir destellos ante mi vista y su recuerdo vino a mí, su cabello rubio opacaba el sol, sus manos suaves como el algodón, su sonrisa, esa sonrisa que me hacía sentir que todo estaría bien.

Aşk Savaş (Guerra de Amor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora