Aşk Savaş (Guerra de Amor)

Donde todo comenzo:

El aire pegaba en mi rostro, se sentía algo frio, era como si avisara que el invierno estaba por llegar.
De pronto comencé a sonreír, recordando todo, era como si todo lo que habíamos pasado me abrazara con nostalgia y triunfo, sentí una mano tocar la parte de mi espalda, sabia que era y el y entonces fue como si todo el mundo se detuviera.

- ¿En qué piensas? - me pregunto, mientras trataba de sentarse en el pasto.

- En todo lo que pasamos para estar así – le dije, mientras le regalaba una sonrisa de oreja a oreja, nos miramos y fue como si unas luces cegadoras entraran en nuestra cabeza recordándolo todo:

Los disparos sonaron por todos lados, la gente corría desesperada tratando de cubrirse de la balas, todo sucedía tan rápido que la adrenalina se apodero de mi.

Ferit conducía tan rápido el auto, yo disparaba a todos los que vestían ese traje negro y entonces entre tanto caos vi a alguien escabullirse, no sabia si era una persona común o alguien de la gente de Onur Palalı.

Los gritos de la gente comenzaban a adueñarse de la calle, y lo entendía, un tiroteo a plena luz del día y en un sitio tan concurrido como lo es el Bósforo, claro que cualquiera se asustaría.
Podía sentir las gotas de sudor acumularse en mi frente, tenia un punto fijo y el arma lista para ser disparada.

¡Boom!, la bala salió en una dirección y solo vi a alguien de camisa azul claro caer al suelo, estaba segura que no era de la gente de los Palalı, todos ellos portaban su traje negro, así que supuse que era una persona que trataba de cubrirse de toda esta mierda.

Corrí junto con Ferit para poder saber quien era ese hombre, al llegar note que la bala le dio cerca del hombro y eso fue un alivio inmenso porque no debía cargar con una muerte más.
Lo mire y el me regalo una risa maniaca, su sonrisa poco a poco se fue apagando y sus ojos se cerraron.

No pude evitar notar lo guapo que es, sus músculos eran impactantes, parecía que estaba tallado por algún dios, sus labios eran un arma mortal y el sonido de su risa fue una mezcla de éxtasis y perfección para mis oídos, sus ojos eran una mezcla de verde con café claro y honestamente me atraparon al primer contacto.

Su respiración era cada vez más suave, eso me indico que seguramente se desmayo por el impacto, mire a Ferit y con su mirada lo entendí todo, debíamos sacar a este hombre de aquí.
-Levantémoslo y llevémoslo al auto, le diré a Eçe que nos vea en la vieja casa- me dijo mientras trataba de cargarlo en su espalda.

Ya montados en el carro, Ferit iba sigiloso, pero a la misma vez veloz para despistar a cualquier que pudiera seguirnos.

Yo iba haciendo presión en la herida de bala, ¿Quién eres?, me preguntaba mentalmente, estaba segura que jamás lo había visto, su rostro no me era familiar, pero algo en mi sentía una aceleración al tenerlo cerca.

No se porque me estaba causando mucha inquietud, necesitaba averiguar quien era.