Capítulo 2

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Apenas oscurecía cuando huiste por el bosque, lejos de los hombres, no, de los animales que te perseguían

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Apenas oscurecía cuando huiste por el bosque, lejos de los hombres, no, de los animales que te perseguían. En este momento, no eran más que depredadores que perseguían a su presa.

El camino estaba lleno de hojas muertas y palos que se agrietaban bajo tus pies mientras corrías por el suelo.

Izquierda.

Derecha.

Izquierda.

Derecha.

Durante el día, estos bosques contenían la alegría de niños, parejas de ancianos paseando, perros y similares.

Pero por la noche se transformó en algo diferente. Los árboles y las ramas estaban de pie en formas desfiguradas.

Sabías que necesitabas encontrar el camino de regreso antes de que el sol se fuera.

Observaron, esperaron.

Y estaban ganando.

Tu corazón palpitaba mientras el sudor caía por tu frente.

"¡Ayuda!" Gritaste hasta que tu voz se quebró, pero tus gritos no encontraron hogar.

A medida que tus perseguidores avanzaban, podías olerlos desde lejos. Si el miedo tenía un olor, eran ellos.

Un búho ululó amenazadoramente, rompiendo tu concentración cuando sentiste tus propias uñas enterrarse en la piel de tu palma, casi sacándote sangre.

Necesitabas correr. Necesitabas seguir.

Necesitabas ir más rápido.

Pero también sabías que no existía el miedo a escapar.

Y luego, como si alguien hubiera presionado el botón de silencio, el bosque quedó en silencio.

Sin viento, sin susurro de árboles, nada.

Te volviste rápidamente y, para tu terror, los dos asesinos se habían ido. ¿A dónde habían ido? ¿Se habían dado por vencidos?

Tantas preguntas rebotaban en tu mente. Tanto es así, de hecho, que bajas la guardia. Y fue entonces cuando escuchaste el par de pasos que ya no estaban detrás sino frente a ti.

Te volviste lentamente y ahí estaba él.

No podías respirar. Todo se sentía en cámara lenta.

Te diste la vuelta para huir, solo para chocar directamente con una figura con túnica idéntica con la misma cara de fantasma horrible.

"¿A dónde crees que vas, niña?" El que estaba detrás de ti preguntó en un tono sardónico.

Pensaste en volver a correr, pero te diste cuenta de que no valía la pena.

Te estremeciste cuando el que estaba frente a ti levantó su brazo, deslizando sus manos por tus brazos desnudos hacia arriba hasta llegar a tu rostro pálido.

Final Destination | Scream 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora