Tercera parte de la serie de libros 'Scream', ambientada un año después de los eventos de 'New Killer, New Rules'.
Nara Vasilakis, está tratando de superar lentamente los traumas de su pasado.
Ha escapado de las garras de dos locos asesinos en seri...
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Kincaid y Gale observaron el cadáver de Sarah Darling mientras lo metían en una bolsa negra de goma y se lo llevaban los técnicos forenses.
"Es STAB 3, señorita Weathers. Parece que vamos a obtener una orden judicial para hablar con la señorita Vasilakis de todos modos", dijo el detective con el pulgar y el índice presionados contra las sienes, irritado.
"Sarah Darling. Yo también la entrevisté. Está sucediendo de nuevo, ¿no es así, detective?"
"Tenemos un sospechoso, así que no te preocupes".
Los ojos de Gale se iluminaron cuando agarró a Kincaid por los hombros, levantando las cejas de emoción. "¿Quién?"
"No tengo la libertad de decirle eso, señorita Weathers", señaló Kincaid con voz de advertencia. "Ya no trabajas con el Departamento de Policía de Los Ángeles. Ni siquiera sé por qué estás parada aquí en este momento. Por todos los medios, debería hacer que te echen".
"Pero no lo harás", insistió Gale, manteniendo su voz segura pero extrañamente encantadora y educada. "Eres un buen hombre, detective. Sé que necesitas mi ayuda y sé que sabes que necesito tu ayuda".
El hombre levantó la mano para pellizcarse el labio inferior entre el pulgar y el índice, dándole a Gale una mirada escrutadora. "En mis quince años como detective de homicidios nunca he conocido a una sola alma tan prepotente y descarada como usted, señorita Weathers".
"Por favor, llámeme Gale", sonrió justo cuando el compañero de Kincaid, el detective Tom Wallace, se les unió con una carpeta en las manos.
"Mark, Bridger está bajo custodia. Rastreamos sus registros telefónicos. Es la última persona que habló con Sarah Darling antes de que muriera", le informó el hombre.
Y así, la emoción de Gale cayó de nuevo, dando paso a la confusión. "Espera un minuto, ¿Roman es vuestro sospechoso?"
Tom la miró con aprensión, como si fuera una extraña sospechosa portadora de una enfermedad misteriosa. "Escucha, Diana Sawyer. Esto es información clasificada. ¿Por qué no investigas la carne en mal estado en AP? Esto es trabajo policial, no material de Pulitzer".
"Vete a la mierda", se burló Gale.
"No, tranquilízate Wallace. Ella está trabajando conmigo".
"Bueno, entonces. Parece que buscaré huellas dactilares con Barbara Walters", dijo el hombre con arrogancia mientras Gale miraba a Kincaid, pestañeando.
"¿Y ahora qué?"
Había una expresión ilegible plasmada en el rostro del Detective, su nuez de Adán se balanceaba mientras tragaba. "Hay algo más que debes ver".
Extendió la mano detrás de él y sacó otra foto, entregándosela sombríamente a Gale.
Sus ojos vagaron sobre él por un segundo para inspeccionar el objeto antes de que se abrieran de par en par, pareciendo como si su corazón acabara de estrellarse contra el suelo. "Oh..."
