Cuatro

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―Es lindo―. Habló el chico con anteojos al otro lado de la habitación suavemente.

―¿De quien hablas?―. Inquirió Yedam, mirando extrañado a su hermano mayor. ―¿De quién te enamoraste este mes?

Su hermano podía parecer gigante e intimidante pero todos sabían que era una masita que solía enamorarse muy rápido de cualquier persona linda o tierna que viera en la calle. Yedam siempre solía escuchar a su hermano cuando hablaba, ya que solía ser incluso gracioso y triste que se ilusionara tan rápido.

―Doyoung, el estelar de la obra, es tierno―. Sonrió el Bang mayor sin dejar de lado su móvil.

Excepto esta vez.

―¿Por qué lo dices?―. Yedam levantó una de sus cejas, incorporándose en su cama para ver mejor a su hermano. ¿Había escuchado bien?

―Por dios, es un amor, su sonrisa es adorable, sus ojos, su cabello, vestido de chica es muy... woah―. El ajeno dijo y luego miró a su hermano el cual tenía una ligera mueca y las cejas fruncidas, seguramente extrañado. ―Y, es gay, lo que lo hace más perfecto todavía...

―¿Qué pretendes, Junkyu?

―Creo que está empezando a gustarme―. Soltó de repente, sorprendiendo a Yedam. La palabra "gustar" de gustar, gustar, nunca había sido pronunciada por Bang con tanta determinación. Yedam tomó su móvil intentando ignorar lo que su hermano decía, sin lograrlo. ―Piensalo, ¿no sería genial tener a un "cuñado" y amigo al mismo tiempo?

―No, no lo creo―. Susurró el rubio para sí mismo sin dudarlo.

―Te envidio mucho―. Junkyu hizo un puchero, volviendo su vista a su móvil. ―Podrás besarlo...

―¿Por qué te interesa tanto Doyoung?―. Yedam inquirió discretamente a su mayor para después morder su labio inferior con cierta fuerza.

―Porque es tierno, es amigable, no es presumido, inteligente, lindo, divertido...

―Ama a los niños, hace obras de caridad―. Intervino una tercera voz femenina en el umbral de la puerta. ―Y además a Yiren no le interesan los hombres.

―¿No te enseñaron a tocar?―. Hablaron los hermanos al mismo tiempo.

―La puerta estaba abierta, imbéciles―. La chica llamada Lía frunció el ceño seguido de levantarle el dedo medio a sus mayores. ¿Respeto a sus mayores?, entre los hermanos Bang no existía.

―¿A Yiren no le interesan los hombres dices?―. Inquirió Yedam a la azabache menor.

―En la fiesta de año nuevo besó a Sihyeon y Yeji―. El mayor de los Bang asintió ante lo dicho por su hermana. ―Y se rumora que anda con Aisha.

―¿La de tercero?―. Los contrarios a sintieron en respuesta y un suspiro bajo se coló por lo labios de Yedam. ―Oh...

Jisoo suspiró, adentrándose a la habitación de sus hermanos al notar al rubio triste. ―Sabemos que te gusta, pero oye, le gustas a muchas personas.

Yedam se encogió de hombros. ―No me interesa nadie más.

Jisoo se acercó a su hermano mayor con una sonrisita hasta quedar frente suyo. ―Entonces analiza, ¿quieres luchar en vano o prefieres ser feliz con alguien a quien le empiezas a ser especial?

Yedam frunció las cejas e hizo un puchero. Su hermanita siempre era extraña. ―No hables en metáforas. Siempre me confundes más.

―No es una metáfora―. Dijeron sus hermanos al mismo tiempo.

―Okay, te lo diré más claro―. Habló Soobin, levantándose de su cama y dirigiéndose hacia la puerta junto a su hermanita. ―O lo conquistas tú o lo haré yo.

La advertencia era clara, pero Yedam lo interpretó más como un "Bienvenidos a los juegos del hambre".

La advertencia era clara, pero Yedam lo interpretó más como un "Bienvenidos a los juegos del hambre"

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