―Lo volvió a hacer, Yuna―. Bramó el azabache entre lágrimas. ―No puedo con esto. ¡Es un idiota!
―Al menos te dijo que le gustas...―. Respondió la fémina con voz suave, acariciando los cabellos de su mayor.
Luego de su reencuentro con Yedam, haber llorado en silencio de esa casa y debatir consigo mismo internamente, Doyoung llamó a su mejor amiga entre lágrimas diciendo que necesitaba verla, rápidamente Yuna accedió, preocupada por el estado de su amigo y lo que Yedam pudiese haberle dicho.
―No me preguntó o dijo algo más. Sólo me besó―. Balbuceó con su rostro enterrado entre las almohadas húmedas. ―Creo que se avergüenza de salir c-con un chico... O sea, tiene una reputación bastante sólida en el colegio como el típico playboy hetero, ¿entiendes?, no puede arriesgarse tanto...
Yuna esbozó una ligera sonrisa y negó lentamente. ―Cualquiera mataría por salir contigo, Dobby―. Acarició suavemente los cabellos contrarios con sus dedos. ―Mañana es la obra... No lo sé, quizá te diga algo.
Doyoung desenterró su rostro de entre las almohadas mirando seriamente a su mejor amiga con sus ojos húmedos y rojos. Lucía más bien como un reno con su naricita roja. ―Que linda forma de ilusionarme, Yuna. Gracias―. Seguido de esto, volvió a su posición anterior.
―Solo intento consolarte―. El azabache negó vagamente. ―¿Quieres chocolate caliente?
―S-sí, por favor―. Habló para después volver a escucharle llorar amortiguado por las almohadas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
―¿No crees que esto es un poco... Cruel?―. Inquirió Yuna, vigilando a sus alrededores si al caso había alguien cerca.
―Sí, pero así será mejor. Todos ya saben que Doyoung es Bella, ¿por qué esteriotiparlo con una peluca?―. Habló Jiwon, hurgando entre el vestuario de Doyoung y sacando de dentro la peluca castaña. ―Yedam está de acuerdo, Yuna también, tú y yo también, bebé―. Sonrió con malicia.
―Pero... Agh, hazlo ya antes de que me arrepienta―. La rubia hizo un puchero, mirando a sus alrededores de nuevo.
Jiwon asintió tomando el encendedor entre sus dedos hasta que el fuego se hizo presente y fue entonces que la castaña lo dirigió hacia la peluca la cual se prendió en llamas fugazmente. El hedor a quemado comenzó a emanar de la prenda, a lo que Park la soltó.
―Jiwon, Doyoung nos va a matar cuando se entere―. Dijo la rubia, mientras observaba la peluca tornarse negra, desprenderse y consumirse a sí misma rápidamente.
―Espero valga la pena y Yedam no la cague otra vez―. La azabache apagó las llamas pisando la peluca en repetidas ocasiones hasta que se apagó y luego sonrió de nuevo.
Sujetó de nuevo la prenda cuando dejó de emanar humo, colocándola donde la encontró con calma y cuidado de no estropear el vestuario hasta que Yuna miró de nuevo hacia los asientos, en la entrada se hallaba Sunmi, dirigiéndose hacia tras bambalinas, por lo que Yuna corrió lo más silenciosa que pudo hacia Jiwon, quien ya había terminado de guardar todo y la sujetó de la muñeca.
