La familia Fei era bastante conocida tanto por las sectas de cultivo como por los civiles, no solo por sus riquezas sino por su antigüedad, ya que se creía que aquella familia había sido testigo del surgimiento de la primera dinastía y su caída, así...
Los días pasaban y Fei Yuhe no sabía cómo sentirse.
Desde que comenzó a cuidar a Wei Ying había cierta calidez en su pecho, una calidez que solo sentía cuando estaba junto a su hermano menor por lo que naturalmente pensó que no volvería a sentirse de esa forma cuidando a alguien más.
Sus otros hermanos no generaban aquel sentimiento, simplemente podía llegar a sentir un poco de simpatía.
Era tan extraño.
Pero aun así se vio sumergida en una pequeña rutina con Wei Ying. Ella despertaba primero, se arreglaba e iba a pedir el desayuno; cuando regresaba despertaba a Wei Ying, le daba un baño y le cambiaba las vendas de su cuerpo.
Después de eso oficialmente iniciaba su día, él aun no podía dejar la cama del todo y no se arriesgaría a herirlo más por lo que para poder distraerlo puso una mesa pequeña sobre la cama y ahí ambos podrían trabajar.
A medida que las heridas en el cuerpo del menor se iban curando la energía en él comenzaba a ser bastante. Entonces debía de entretenerlo lo suficiente como para que no se hiciera daño.
—¿Recuerdas como sostener el pincel?
—¡Si! — exclamo feliz.
—Intenta hacer lo mismo que yo—dijo ella mientras comenzaba a realizar trazos sencillos eran líneas y uniones de las mismas—. Recuerda prestar atención en como mueves el pincel y la fuerza que tienes en el.
Vio como Wei Ying repetía lo que ella hizo.
Fue un gran descubrimiento de su parte, él parecía una esponja absorbía todo lo que le enseñaba y no se daba por vencido si cometía algún error, lo repetía hasta que lo hubiera dominado.
Fei Yuhe creía que con una guía adecuada Wei Ying ganaría de forma fácil la atención de su padre y no lo dejaría ir.
Estaba muy segura de ello y no desaprovecharía la oportunidad, Wei Ying definitivamente se quedaría a su lado y estaría bajo su protección.
Cuando sus heridas sanaron dejo la cama y demostró ser un verdadero torbellino, era alguien lleno de energía la cual parecía que nunca se terminaba y aunque ella usaba esa energía a su favor porque sabía cómo cansar a un niño tan activo como Wei Ying no evitaba terminar un poco cansada.
Aquel día después de terminar con su pequeña lección ambos salieron a comprar algunas cosas.
Pronto partirían de Yiling y Fei Yuhe debía de estar preparada ya que no podrían hacer muchas paradas, el camino de regreso a su hogar era algo largo así que ella necesitaba comprar más ropa para Wei Ying y un poco de dulces.
Por la tarde y ya con todo lo necesario comenzó el viaje de regreso al hogar de Fei Yuhe junto a Wei Ying.
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