La familia Fei era bastante conocida tanto por las sectas de cultivo como por los civiles, no solo por sus riquezas sino por su antigüedad, ya que se creía que aquella familia había sido testigo del surgimiento de la primera dinastía y su caída, así como estar presente cuando otra tomo el control.
Nadie podía entender cómo era posible que ellos jamás hubieran reclamado el trono y en cambio quedaran como una fracción neutral. Incluso sus conocimientos se mantenían dentro de su territorio.
Lo que nadie sabía era todo lo que había detrás de su gloria y riquezas, solo sus miembros conocían como se manejaba la familia y eso debía de quedar como un secreto para los forasteros.
Durante dieciocho años Fei Yuhe había estado bajo las órdenes de su padre, incluso si no estaba de acuerdo con ello, no podía hacer otra cosa que no fuera obedecer sino quería ser asesinada.
Su crianza estaba regida bajo el dicho de los fuertes sobreviven y los débiles mueren.
Cuando era una niña le fastidiaba la forma en la que sus planes de estudio eran elegidos y el cómo su propia madre le exigía la perfección, luego de ser incapaz de proteger a sus propios hijos.
Era como si ella debiera de ser lo que su madre jamás podría.
Pero después comprendió por qué debían de crecer de esa forma por lo que lo acepto sin ninguna objeción. Le era suficiente poder vivir en paz durante un tiempo.
Ser la hija favorita de su padre le daba ciertos privilegios, los cuales aprovecho sin dudarlo.
Amaba poder salir de su hogar sin restricciones y con ello poder respirar sin tener la sensación de incomodidad que le generaba estar siendo juzgada por varios ojos.
No era su culpa ser mejor que otros.
No era su culpa entender cómo funcionaba su hogar.
No era su culpa ser perfecta.
Y mucho menos era su culpa poder ser competente en sus misiones.
Ella simplemente buscaba una cosa y no descansaría hasta cumplir con su cometido, lo había jurado y Fei Yuhe cumplía con sus juramentos.
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Se acercaba el invierno, las hojas caídas daban un indicio de ello. El frio comenzaba a ser más notorio por lo que las personas debían de cubrirse mejor sino deseaban enfermarse.
Yiling siempre desprendía un aspecto lúgubre y misterioso, pero Fei Yuhe comprendía que todo eso venia por tener a los Túmulos Funerarios bastante cerca, quizá por eso le atraía la idea de visitar bastante seguido aquel pueblo.
La muerte siempre le pareció interesante y aún más la energía resentida que rodeaba el lugar, aunque no fuera tan notorio estaba ahí.
Ella siempre fue mas perceptiva de la energía que la rodeaba, ya sea la resentida o la espiritual.
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Tourner dans le vide
Hayran KurguLa familia Fei era bastante conocida tanto por las sectas de cultivo como por los civiles, no solo por sus riquezas sino por su antigüedad, ya que se creía que aquella familia había sido testigo del surgimiento de la primera dinastía y su caída, así...