Capitulo IV

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Poder llegar a Hēilóngjiāng fue bastante largo y tardado e incluso aún faltaba bastante para que pudiera decir que habían llegado; normalmente Fei Yuhe viajaría en su espada sin descansos muy prolongados e incluso habría usado sus mariposas para llegar más rápido, si era necesaria su presencia, pero ahora todo era diferente; tenía a un niño junto a ella y no sabía si podría soportar estar rodeado de bastante energía espiritual.

Así que debió de ajustar su viaje a las necesidades del pequeño, no fue fácil adaptarse porque amaba volar por las noches sobre su espada y sentir el viento en el rostro.

E importándole poco la fuerza de este sobre su rostro, ella podía sentirla como una suave caricia, aunque su cabello terminaba totalmente desordenado.

Nunca le importo como lucía cuando se elevaba todo lo que podía, tener su cabello revuelto le generaba un sentimiento de libertad y naturalmente disfrutaría cualquier oportunidad de sentirlo.

Entonces aceptó aquel cambio sin ninguna queja, ya que en aquel momento lo más importante era poder viajar de una forma tranquila hasta poder llegar a su hogar.

Ella no podía considerar la residencia de la familia Fei como su hogar o al menos no del todo, habían pasado tantas cosas en aquel lugar que la hacían sentir incómoda, no solo las miradas de desprecio por parte de las madres de alguno de sus hermanastros sino la forma en la que su propia madre la miraba.

Era como si esperara que ella muriera, como si no mereciera vivir. Fei Yuhe siempre fue consciente del desprecio que su madre le tuvo desde la muerte de su hermano mayor y sabía que muy en el fondo su propia madre de verdad pensaba todo aquello.

— Yu-jie —le llamó Wei Ying tirando un poco de su túnica—. ¿A dónde vamos?

—Vamos a donde vivo A-Ying —respondió tomándolo entre sus brazos—. Solo que vivo en un lugar bastante lejos.

Aquella declaración pareció calmar al niño, quien solo asintió con su cabecita y abrazo a la mayor buscando acomodarse para dormir un poco ya que habían caminado bastante y se sentía cansado.

Ella lo dejó dormir un poco y continuó su camino hacia alguna posada para que ambos pudieran dormir más cómodos, ahora que estaban dentro de Qinhe Nie ella debía de ser más cuidadosa ya que odiaba estar demasiado cerca de donde residían las sectas de cultivo.

Podía tolerar vagar por sus territorios e incluso por ciudades cercanas pero jamás, de forma voluntaria pondría un solo pie en los terrenos donde vivían, odiaba a cuatro de las cinco grandes sectas y sin importar que otros no fueran causantes de aquel incidente no dejaba de catalogarlas como lugares poco gratos.

Por lo que naturalmente evita cualquier tipo de interacción con todas las sectas.










Por lo que naturalmente evita cualquier tipo de interacción con todas las sectas

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La sensación de volar sobre una espada es fascinante y a Wei Ying le encanta, recuerda que cuando sus padres y él viajaban lo hacían por tierra, fueron pocas las veces que viajó entre los brazos de su madre sobre la espada de ella.

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⏰ Última actualización: Mar 06, 2022 ⏰

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