Capítulo 12

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Nicole llevaba un tiempo buscando a Darwin, ella sólo sabía que su hijo se fue corriendo de la escuela y que no había seña alguna de él, estaba molesta por eso que ni siquiera le prestó atención a la explicación que le daba su hijo Gumball, vaya mujer. 

Revisaba los lugares con cautela y prisa, cuando lo encontrara en serio que lo regañaría fuertemente, ella iba rápido, demasiado rápido así como un carro de carrera o el Internet de la NASA. Ya había pasado por la mayoría de lugares, el único que faltaba era el parque, así que fue con la misma velocidad a aquel lugar y al llegar comenzó a caminar de una forma más tranquila. 

Buscaba a su hijo con la mirada llena de ira, esperaba verlo bien, así le daría una paliza por sus acciones. Estaba por empezar a exasperarse al no poder encontrar el menor, carajo, era un pez no una rata. 

Paró de caminar, dirigió sus manos hacia  su cabeza intentando calmarse aunque su cuerpo seguía demasiado tenso, en uno de esos momentos volteó la mirada logrando ver a su pequeño, según ella parecía estar junto a alguien sólo que no lo podía ver ya que había un árbol tapando el otro lado. 

Suspiró de alivio, caminó entre trote hacia donde estaba Darwin llevándose una explosiva sorpresa. ¿Cómo que su hijo estaba apunto de besarse con un maldito bravucón? 

—¡Darwin! 

Los dos jóvenes escucharon el grito de Nicole, e igualmente los dos temieron por su vida. Bueno, era el momento correcto de rezar si es que no querían morir. En estos momentos la querida señora mamá caminó hacia ellos, sus ojos se dirigieron a Julius, viéndolo con desaprobación. Sí, esto era demasiado incómodo para todos, ahora Nicole volteaba a ver a su hijo con seriedad como acto siguiente lo tomó del brazo y se lo apegó a su cuerpo. 

—¿Qué insinúas con mi hijo, muchachito? —Su tono demostraba perfectamente la ira que contenía, sus palabras parecían golpes para el peli-gris. 

—Y-yo, ¡Prometo que no le hice nada! —Exclamó asustado. 

La mayor lo analizó para volver a cuestionarle. 

—¿Lo estás manipulando? 

—¿Qu-ué?, no, yo no —Hablaba nervioso, podía sentir como se le bajaba la presión. 

—Darwin, vayámonos. 

—Pero... Señora mamá...

—No, no, nada de "pero" —Hizo las comías con sus dedos, volvió a tomar del pequeño y comenzó a caminar junto a él. 

Julius dio un suspiro cuando la vio darse la vuelta, sin embargo algo dentro suyo le decía que la parara o no iba poder ver a Darwin de nuevo. 

—¡S-señora! —Alzó la voz parándose de la banca. Nicole volteó con el ceño fruncido, causando ansiedad dentro de él. 

—Dime. 

Dios, es un estúpido, ¿Por qué lo hizo?, más bien, ¿Por qué hará lo siguiente? Julius respiró profundo antes de acercarse  a ellos dos, cuando estuvo en una buena distancia este se arrodilló e inclinó su cabeza pidiendo perdón por haberla hecho enojar. Impactante, sí, sí, como noticiero. 

—Lo siento por enojarla, sé que no debí de hacer eso, pero... ¡Pero no me separé de Darwin! —No le importaba si había gente o no, él haría todo por no perder al menor, lo admitía, en serio que amaba al niño irritante de Darwin. 

La mujer no sabía como reaccionar, simplemente estaba en un estado e sorpresa demasiado grande, estaba avergonzada por eso que no pudo evitar soltar unas leves risas, ahora ya sentía lo mismo de hace años cuando se reveló contra sus padres para ir con la persona que amaba. No le importaba que su hijo saliera con alguien del mismo sexo, sólo no le agradaba el tipo de persona que era Julius, sin embargo pudo observar lo audaz que era el chico. 

irritanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora