Serás Mío 3/3

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 La reacción que obtuvo a su atrevido accionar, fue bastante contraria a sus expectativas

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La reacción que obtuvo a su atrevido accionar, fue bastante contraria a sus expectativas. Después de haber hecho aquella sugerencia con claro doble sentido y haberse acercado de esa forma tan íntima, esperaba que el inocente detective se pusiera nervioso y no supiera que hacer, dándole a ella el control total de la situación.

Cuán ingenua había sido.

Tomioka se quedó en silencio unos cortísimos segundos, en los cuales la miró fijamente, estudiando con cuidado las intenciones de la señorita y al comprender sus deseos, mostró una sonrisa ladina. Sus manos se posaron con avidez en la degalda cintura y afiansaron su agarre para no dejarla escapar. Shinobu se sorpendió dejando salir un quejido insatisfecho, sus mejillas se tiñeron de rosa y podía jurar que la piel le ardía justo dónde él la tocaba, a pesar de las capas de ropa.

— ¿Estás segura? — La voz ronca del detective la estremeció, ahora, que era el momento de la verdad, no sabía que hacer. Tenía todo el conocimiento teórico, pero nada de práctica y aquellos ojos azules oscurecidos por cierto deseo emergente agregaban crescendos a su nerviosismo.

— ¿Q...Qué? — Su voz temblorosa hizo que Tomioka ensanchara un poco más su sonrisa, algo depredador en la curva de sus labios emitió alarmas rojas por toda su cabeza.

— ¿Qué si estás segura? Estoy aceptando tu oferta de entretenimiento, solo te pregunto que si estás segura.

— ¿Eh? Yo, yo, ah, s... sí. — Shinobu desvió la mirada claramente avergonzada, había algo en aquellos ojos azules que hacían que su inexperto corazón latiera como caballo en plena carrera.

— Bueno, entretenme entonces. LLeva a cabo lo que tenías pensado. — Las manos masculinas se alejaron de su cintura y se posaron en la cama, ella volteó a verlo confundida. Estaba demasiado nerviosa como para hacer algo así, los nervios habían causado que todo su supuesto ''conocimiento'' se fuera por la tubería, dejándola sin saber como actuar.

Supuso que debía comenzar con un beso, así que colocando sus manos en los hombros de Tomioka, se acercó para besarle, aunque en vez de un beso fue un simple choque de labios. Ella se alejó rapidamente de él, su rostro estaba tan rojo cómo rosas recién florecidas y su cabeza daba vueltas tratando de pensar que hacer a continuación. Tomioka la miró y no pudo aguantar la risa, haciendo que ella le viera irritada.

— ¿Qué te causa gracia, Tomioka-san?

— Es que al principio parecías toda una experta, pero ahora veo que no sabes absolutamente nada de esto.

— ¿Qué? Eso no es ... — No la dejó terminar de hablar, callándola con algo que realmente se podía llamar beso al mismo tiempo en que aquellas grandes manos se posaban en sus caderas.

El beso que le dio fue en cierta forma brusco y aún así dulce. Sus labios hacían cosquillear y arder su boca en aquella caricia ansiosa y pasional. Después de unos segundos sintió cómo comenzaba a quedarse sin aire, logrando que la soltara y dejandola con la respiración agitada. Tomioka observó por un momento los labios de Shinobu, rosados e hinchados, siguió inspeccionando su rostro, un claro rubor se mostraba en sus mejillas y en conjunto con su exhalaciones entrecortadas hacían para él una vista maravillosa. El rostro avergonzado de aquella mujer que en su momento se sintió toda una conquistadora lo tenía bastante encendido.

OneShots GiyuuShino [EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora