De vuelta al árbol | Segunda parte MiraBruno

Re encuentros sin querer

El árbol había vuelto, pero con su regreso la ida dos integrantes Madrigal se instalaba. Nadie sabía que pensar, pues a pesar de todos los problemas que durante muchos años persiguió a cada uno de ellos, ninguno se podía comparar a la ruptura que aquella imagen representaba.

Un tío y una sobrina... era simplemente inconcebible.

—No, por favor no—Negaba Julieta mientras su esposo la ayudaba a sentarse, sintiendo como el mundo se le venía encima, siempre fue tan ciega, siempre pensó lo mejor de su hermano y por eso no pudo ver como algo tan aberrante estaba ocurriendo bajo sus narices.

—Lo sabía, lo sabía siempre lo supe—Reiteró Alma observando la imagen, siempre tuvo ese presentimiento incluso llegándose a enfrentar a su hija, el solo hecho de pensar en su propi hijo con su nieta le resultaba inquietante. —Quiero que retiren este árbol, ya, antes de que alguien más llegue—Pedía, a lo que Feliz junto con Mariano empezaban a quita el marco del árbol, pero al hacerlo, una pequeña carta se deslizó de su lugar.

Agustín la tomó en su mano, mirando al resto que lo miraba de vuelta, expectante ante el hallazgo, asintió levemente a la matriarca de la familia como pidiendo permiso, y revisó una vez más los rostros destrozados de su esposa e hijas, quienes lo incitaban con la mirada a abrir aquel sobre.

"Querida familia, si han visto esta carta es porque han decidido ocultarnos y es por ello que me veo en la obligación de justificar. Lo primero que diré es que lo lamento, lamento todo lo que hice y seguramente lo que haré, lamento tanto haberles mentido incluso cuando la verdad se reveló y lamento sobre todo ser lo suficientemente cobarde como para no aceptar el veredicto que le darán a la verdad definitiva.

Debo aclarar que a pesar de que sé que todos ustedes me verán como la victima de la situación, la verdad es que fui yo quien se acercó a mi tío, fui yo quien lo llevó al límite y que incluso, fue quien lo convenció de huir juntos, porque sé que, aunque debería ser él el responsable de la situación, les pido que no lo culpen por amarme, porque, a fin de cuentas, esto es un pecado que ambos decidimos cometer.

No les diré cuándo comenzó, ni como, solo diré que fue algo inevitable, fue algo que incluso aunque nos intentáramos alejar por el bien de todos, volvíamos una y otra vez... hasta que simplemente Dios decidió darnos a nuestro hijo para que así las cosas tuvieran una resolución.

Sé que él será un gran padre, lo sé porque me lo demostró en el momento en que supo de mi embarazo, incluso en la mentira de Alejandro fui yo quien lo decidió así a última hora ya que él estaba decidido a hacerse cargar con las consecuencias, lo cual yo no dejé.

Solo me queda por decir, que los amo, amo cada uno de ustedes, pero no puedo decir que los amo más que a él, porque es un hombre maravilloso con quien comparto incluso el rechazo que ustedes nos dieron durante tantos años.

Los extrañaré mucho, y lo siento nuevamente, solamente quiero que sepan que estaremos bien y que criaremos a nuestro hijo con todo el amor que merece de una familia unida.

Con amor, Mirabel"

...

CINCO AÑOS DESPUES

Las calles de aquel pueblecito aún se mantenían empedradas, sin embargo, las revoluciones industriales y científicas habían llegado hace muchos años por lo que la radio y la electricidad si bien eran aun rudimentarias, ya se podían obtener en cada hogar del lugar.

Esa era una de las cosas que más le gustaba a Camilo al salir de su pequeño y acogedor pueblo, pues si bien allá no le faltaba nada y el dinero era casi innecesario, afuera podía encontrar maravillas incluso más mágicas que el don de su propia familia.