El laboratorio estaba organizado por parejas, el catedrático se había encargado de organizarlos para reducir el número de reprobados, era una estrategia de la cual dudaba, pero que decidió tomar cuando vio que Sugawara era inundado por todos sus compañeros para pedirle que fuera de su equipo, seguro su historial de buen alumno lo seguía incluso en este semestre, sin embargo le causó intriga el hecho de que nadie se acercó a Iwaizumi, ese alumno que también presumía de ser brillante pero con la desgracia de cargar con una cara de pocos amigos.
Así que bajo esas condiciones decidió poner a Sugawara y Iwaizumi juntos mientras los demás se resignaban con la persona que les tocó alegando que era una injusticia pues aquellos dos eran muy buenos en la materia como para estar juntos.
¿Qué clase de crueldad era esa? Eso sólo confirmó que Oikawa era un sádico con ellos.
Sin embargo, Koushi se sentía realmente incómodo y un poco abrumado por estar a lado del moreno, no iba a negar que le intimidaba demasiado y el hecho de que estuviera recibiendo tantas atenciones por parte de Tooru tampoco le agradó y mucho menos le hizo gracia ¿Era celos? Sí, lo eran, eran celos que se alimentaban con cada día transcurrido pues empezaron las habladurías donde el tema principal era el sexy profesor y el alumno nuevo, eran celos que crecían cuando el castaño le lanzaba una sonrisa a Hajime y notaba el pequeño rubor en las mejillas del moreno y es que esa reacción era natural. Tooru era un Adonis y ninguno de los presentes era piedra para ser inmune a sus coqueteos inocentes. Pero sí que le jodía a Sugawara.
El peligris deslizó sus piernas entre las de su amante despertandolo con lentitud, ya llevaba un buen rato pensando en como convencer a su ardiente profesor de cambiarlo de compañero, pero en vez de una conversación terminó siendo un acoston y uno bastante bueno. No obstante tenía que retomar el hilo de la conversación ahora que se presentaba la oportunidad.
-Esta muy inquieto joven Koushi- suspiró Tooru apretando más la cintura del mencionado quien pudo sentir esa virilidad aumentando de tamaño en su abdomen -Si aún no estás cansado tengo algunas formas para entretenerte- abrió con lentitud sus ojos para mostrar el chocolate de sus iris.
-¿Podemos hablar?-
-Siempre tiene toda mi atención- sonrió conquetamente al mismo tiempo que sus manos se atrevían a acariciar la piel desnuda de su joven estudiante sintiendo como se erizaba al contacto volviéndose loco en el proceso.
Maldita sea, como adoraba esa piel lechosa y suave, adoraba marcarla y hacerla suya. Era el pecado más delicioso. Era un placer ver cómo su estudiante destacado llegaba todo avergonzado al salón, tratando de disimular el malestar en sus caderas y el como escondía las marcas de su cuello con alguna camisa alta, eso sólo lo provocaba más porque esas simples acciones lo hacían querer tentarlo enfrente de todos, que cayera de nuevo y que se atreviera a dar un paso en falso en algún pasillo de la Universidad, pero tenía que ser cuidadoso, esos lujos eran demasiados caros.
Simplemente no podía manchar la reputación de los dos de una forma tan descuidada aunque si debía admitir que el sentimiento de ser descubiertos lo llenaba de éxtasis total.
Cambió de posición y se colocó encima del peligris sin dejar de acariciar su abdomen y piernas, atreviéndose a indagar entre sus muslos internos palpando lo que quería y como quería.
Las manos de Tooru eran expertas y parecía que conocían su cuerpo a la perfección pues sabía dónde y como tocar para estremecerlo hasta con un sólo roce.
-Mm...- gimió bajito tomando la mano de su amante y presionando más entre sus piernas, ojalá se quedará ahí siempre -De eso no quería hablar- dijo tratando de mantener la compostura lo más que podía, pero era imposible. Quería que Oikawa lo tomara de nuevo o en su defecto él se lanzaría y lo montaría tal cual campeón.

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Fagocitosis
FanficOne shot OiSuga Las clases de biología celular nunca había sido tan interesantes